Nuestra democracia tambalea, durante mucho tiempo los colombianos nos hemos jactado de tener el sistema democrático más solido de la región; a pesar de la violencia que ha padecido nuestro país, el hilo conductor del gobierno de las mayorías sólo ha sido interrumpido en una ocasión y por ventura no logró atornillarse en el poder.
Pero hoy más que nunca, los colombianos estamos expuestos al grave riesgo de caer en las garras de un gobierno tiránico, que como es natural irrespete la voluntad del pueblo soberano. Se preguntarán ustedes, ¿cómo por medio de las urnas puede llegar un gobernante que desconozca el propio sistema que impide la autocracia? Sencillo, queridos lectores: populismo, esa técnica ruin que emplearon los amigos de Chávez en el continente y que hoy utiliza el ex guerrillero Gustavo Petro en nuestro país.
Hemos dicho que no hay un pueblo más advertido sobre su futuro que el colombiano, en demasía nos han expresado quienes han estado sometidos al yugo de las tiranías, que sepamos salvaguardar las libertades que durante años hemos defendido -hasta en ocasiones- con sudor y lágrimas.
Es entendible que algunas personas hastiadas por la carga inclemente de la corrupción, se decanten por la opción más desesperada, que en este caso particular coincide con los intereses de aquellos populistas que viven como ricos, al tiempo que pregonan las tesis fallidas del marxismo-leninismo.
Quienes hemos identificado esta triquiñuela estamos en la obligación de desenmascarerar a quienes se ocultan detrás de las fachadas modernistas, pero que con astucia logran evadir el debate de las ideas para así tranzarse en débiles agitaciones politiqueras que carecen de argumentos solidos en materia académica y conceptual.
¿En realidad hay ingenuos que creen que Petro respetará la propiedad privada? ¡No! el ex guerrillero comulga plenamente con las formas como Hugo Chávez expropió a los venezolanos. ¿O acaso hay ingenuos de ocasión que lo reconozcan como un responsable líder preocupado por la defensa de los valores de nuestra sociedad? ¡No! es un detractor del orden establecido, su ilusión es ver a Colombia convertida en la próxima Venezuela.
Publicado: febrero 21 de 2018