Por Eduardo Arredondo
Estamos a un mes de que Colombia viva su próximo debate electoral. El próximo 11 de marzo se llevarán a cabo las elecciones legislativas, Senado y Cámara. Adicional a ello, se votará la Gran Consulta por Colombia. La papeleta de ésta contará con Iván Duque, Marta Lucía Ramírez y Alejandro Ordóñez, quienes dejaron a un lado cualquier tipo de egos personales y, por el bien del país, definirán un candidato único a la Presidencia de la República que sumará la fuerza electoral de los tres. Según lo pactado, el segundo lugar será la fórmula vicepresidencial y el tercero en la votación tendrá que conformarse como el jefe de debate. Indudablemente, esta decisión no sólo brinda altas probabilidades de que la fórmula resultante garantice su cupo a la segunda vuelta, sino que incluso se habla de una posible sorpresa en primera.
Iván Duque, quien se perfila como ganador de la consulta, es la ficha del Uribismo para ser el nuevo residente de la Casa de Nariño. Hace cuatro años, de la mano de Óscar Iván Zuluaga, el partido Centro Democrático se quedó desafortunadamente con el amargo sabor de la derrota. Digo desafortunadamente porque cualquier gestión puede superar ampliamente la de Juan Manuel Santos. Un proceso de paz sin legitimidad, un gobierno derrochón de presupuestos, la venta del patrimonio estatal con ISAGEN, una reforma tributaria y aumento de IVA como estocada final a la economía, y la resurrección de un muerto, el ELN, por no seguir enumerando malos pasos del gobierno en turno.
El principal ganador ante estas malas decisiones ha sido Álvaro Uribe, quien repite candidatura al Senado, ya que la gran mayoría de sectores sociales añoran retomar el rumbo que dejó su gobierno y que cada día se hace extrañar más. Sin embargo, Duque marca la diferencia no sólo por ser el candidato de Uribe. Además, es un joven de 41 años apartado de la política tradicional nunca salpicado en temas de corrupción y que -para bien del bolsillo de los colombianos- tiene un enfoque claro en temas económicos.
El Senado ha sido un gran trampolín para Iván, de la mano de su juventud y capacidades lo han galardonado por segundo año consecutivo como mejor parlamentario. Desde el congreso de la república lideró la victoriosa campaña del NO a unos Acuerdos de Paz llenos de impunidad, ha sido la voz del pueblo en contra del terrorismo, se opuso a la venta de ISAGEN, ha cuestionado públicamente la dictadura de Maduro y sus consecuencias, se opuso a la reforma tributaria y aumento del IVA, y fue el autor de la ley naranja que incentiva y promueve las industrias creativas que hoy significan más del 3% del PIB, y muchos otros aciertos.
Cabe recordar que Iván Duque llegara a ser el candidato del CD superó en un difícil proceso de selección a distinguidas personalidades como: Carlos Holmes Trujillo, Rafael Nieto, Paloma Valencia, y María del Rosario Guerra. Duque viene creciendo a pasos agigantados, sólo por mencionar cifras, en la encuesta más reciente de Cifras & Conceptos la intención de voto hacia el candidato incrementó en un 300% con respecto a la inmediatamente anterior. En la misma se dice que 4 de cada 10 personas aún no lo conocen, lo que significa una gran ventaja para que el candidato siga sumando adeptos a medida que su imagen se hace más popular.
Así como van las cosas, las luces apuntan hacia Iván Duque quien será la medicina contra el populismo, el despilfarro, la corrupción y el clientelismo. Entre tantas dificultades atravesadas por el país, hay un viento de alivio que cada día sopla más fuerte. Colombia sí tiene una propuesta que defenderá la legalidad entre tanta inseguridad y falta de justicia, fomentará el emprendimiento y logrará equidad.
¡Colombia tiene esperanza!
Publicado: febrero 2 de 2018