La corrupción se convirtió en una profesión y por demás muy lucrativa. El Estado, incluyendo todos los departamentos del país dispone cada cuatro años más de $1.100 billones para sus presupuestos, de los cuales se hurtan $200 billones. Dinero suficiente para dotar al país de hospitales en todos los rincones de la patria, como de vías que intercomuniquen entre si a todo el territorio nacional. Cantidad esta que es motivación suficiente para que haya tantos candidatos a las diferentes corporaciones públicas, y estén muy atentos a la rebatiña de los empleos en la administración pública.
En un país desindustrializado, con muy poco emprendimiento, con bajos niveles de educación y con nimios presupuestos para la investigación, la ciencia y la tecnología, el Estado se convierte en el mayor empleador. Y como no hay formación ética y la justicia no funciona, la corrupción se convierte en la profesión más productiva.
Se podría hacer una lista de los pesos pesados de la corrupción en Colombia, conformada por familias enteras, que incluso llevan varias generaciones haciéndolo. Cuyo mapa abarca todo el territorio nacional, aunque hay zonas más proclives que otras, sin que quede ninguna por fuera. Se podría hacer una larga lista en donde las páginas de este periódico no alanzarían para nómbralos a todos.
En Bolívar todos saben quiénes son, están identificados, y es piramidal, va desde la base hasta la cúspide. En Atlántico también llevan años y se renueva como la cola de las lagartijas. En Córdoba, quienes están muy de moda por estos días viene unida al horrendo panorama del dinero que les roban a los enfermos de hemofilia y sida. Conformada por una organización altamente mafiosa y peligrosa porque ya incluye homicidios.
En La Guajira está acompañada del macabro espectáculo de niños muriendo de hambre. En Bogotá quienes son los reyes del listado, es realizada muy a lo bogotana, es decir solapadamente y actuando con el silencio del comején. Cuando la descubren, ya es muy tarde y entonces se derrumba el enorme techo de su putrefacción. En Antioquia es igual de podrida, y es tanta y son tan cautos que dejan algo para la inversión social. En el Valle del Cauca y sur del país viene custodiada por los dineros caliente del narcotráfico. Y en los días venideros seguramente se unirá a esta tétrica situación los dineros corruptos del nuevo partido político de los guerrilleros de la Farc.
Lee Yuan Yew (1923-2014) padre de la regeneración de Singapur quien combatió la corrupción por muchos años para sacar a ese país del “pozo negro de la miseria y la degradación” y convertirlo en una potencia con gran desarrollo social y económico, dijo un día: “Si quieres derrotar la corrupción debes estar listo para enviar a la cárcel a tus amigos y familiares”, frase esta que el Fiscal Martínez Neira seguramente no ha leído.
Publicado: febrero 1 de 2018