Desde que Juan Carlos Pastrana cayó en desgracia, se ha convertido en un twittero energúmeno que se vale de las redes sociales para botar fuego contra todo y contra todos. Ahora que la campaña política calienta motores, Pastrana se ha dedicado a hacer daño en el seno de la coalición que lidera el presidente Uribe.
Es perfectamente legítimo que el ala pastranista quiera promover la candidatura de la doctora Marta Lucía Ramírez, pero aquello no los habilita para despotricar contra sus rivales, el exprocurador Alejandro Ordóñez y el candidato Iván Duque.
Es natural que en las emulaciones políticas, los seguidores de los aspirantes le hagan eco a las diferencias y, por supuesto, hagan proselitismo a favor de su candidato. Lo que no es legítimo ni aceptable es que la campaña en el interior de la coalición se esté desarrollando con trampas, insultos, descalificaciones y exclusiones por parte de Pastrana.
Valga recordar que uno de los instigadores de la guerra sucia contra el candidato Alejandro Ordóñez fue el twittero Pastrana, coadyuvado por el exalto comisionado para la paz, Camilo Gómez.
Si los pastranistas quieren sacar adelante la candidatura de Marta Lucía Ramírez quien es una aspirante de las más altas calidades, deberían concentrarse en hacer campaña y no en ponerle zancadillas a sus rivales en el seno de la coalición.
Es mucho lo que Marta Lucía Ramírez tiene para aportarle al proceso electoral, mucho más que los improperios y agresiones que hasta el momento se le han visto al señor Juan Carlos Pastrana.
Muy mal que la campaña siga desarrollándose en ese terreno fangoso en el que está ubicado Pastrana. Afortunadamente, y hay que reconocerlo, ni Iván Duque ni Alejandro Ordóñez han cedido ante la tentación, evitando responder las agresiones. Así debe ser y así debe continuar siendo. Esta es una campaña en la que están en juego asuntos superiores, como para que las vanidades personales de un sujeto con un caudal electoral casi nulo liquiden una opción real de victoria, como en efecto es la coalición del NO.
Publicado: enero 30 de 2018