El Estado colombiano está asfixiando a los sectores productivos del país, limitando el poder adquisitivo de la gente y derrochando los recursos que deberían invertirse en proyectos claves para reactivar la economía y convertirnos en una potencia emergente.
Esta ha sido una constante desde que Santos tomó las riendas y empezó a administrar los recursos públicos como si fuesen ilimitados. Desde entonces las empresas nacionales y extranjeras han empezado a ver a Colombia como un destino poco atractivo y cada vez más riesgoso para invertir. Los altos impuestos, la gran cantidad de trámites, la corrupción y las pocas oportunidades para el emprendimientos son otras razones adicionales para que inversionistas estén dispuestos a partir hacia otra nación.
Del mismo modo, los ciudadanos de a pie sienten que el bolsillo se ha afectado por cuenta del alza de impuestos como el IVA, la inflación y el regular incremento del salario mínimo durante los últimos años.
Es necesario empezar a tomar medidas de choque que contribuyan a mejorar las deterioradas relaciones Estado/empresa, que ayuden mejorar la calidad de vida de las personas y que permitan priorizar el gasto público en obras de infraestructura que transformen al país.
Algunas de esas medidas pasarían por reducir los impuestos tanto a sectores productivos como a ciudadanía, recortar el gasto en burocracia, poner alto a la mermelada y empezar a eliminar el exceso de trámites que entorpecen la creación de empresa, la importación o la exportación; buscando fortalecer los negocios nuevos y existentes, reducir el desempleo y estimular el consumo del conjunto de la Nación.
Debemos meterle en la cabeza a los gerentes del Estado, que los recursos con los que cuentan son FINITOS, y explicarles que proyectos como la vía Pacífico/Orinoquía, sistemas de transporte masivo o la inversión en la modernización de puertos como Buenaventura, serán cruciales para pensarnos una Colombia pujante que se proyecte como una despensa alimentaria agrícola y una potencia agroindustrial mundial.
Publicado: enero 20 de 2018