Mi don consiste en saber escuchar mientras la gente habla, mientras habla cualquier persona, yo escucho y analizo.
Escuché con plena atención al presidente Álvaro Uribe Vélez cuando estuvo en Santander afirmando que no quería en las listas del Centro Democrático al congreso, personas cuestionadas por corrupción.
Allí, después de esa intervención, me di a la tarea de investigar quienes estaban sonando para conformar las listas y encontré las investigaciones de varios aspirantes. El partido no puede cerrarle las puertas a nadie, está en el deber de aceptar y estudiar hojas de vida.
Las juntas departamentales dentro del partido, los delegados ante la Dirección Nacional y los Veedores en las regiones, están en el deber de escuchar al presidente del Partido Centro Democrático y hacer caso.
Hoy la gente se aterra y unos afirman que el Centro Democrático no sabe sumar porque no está teniendo en cuenta los votos de la maquinaria, pero hoy el desgaste ante tanta corrupción, se impone a esos votos y se dan fenómenos como la elección del alcalde de Bucaramanga del cual, toda la clase política regional, se burlaba. Pocos creímos y apoyamos su quijotesca propuesta a pesar de las burlas. Hoy el alcalde de Bucaramanga está disparado en popularidad.
Yo supe escuchar y le creo al presidente Álvaro Uribe Vélez, aquí no hay intrigas, aquí hay una verdad que nos ahoga. No queremos más de lo mismo, Colombia exige un nuevo rumbo y orden.
Si entran personas cuestionadas por corrupción al partido, no es culpa mía, tampoco es culpa del presidente Uribe pero sí será culpa de esos miembros del partido que no escucharon. Ellos serán los responsables de firmar esos avales y asumir los costos penales y quizás el de enfrentar al partido ante una silla vacía en el congreso con el nuevo panorama que afronta el país.
Mi nombre queda al servicio de esta patria, con aval o sin aval, seguiré siendo una piedra en el zapato para los corruptos y con eso, me doy por bien servida.
P.D. 1. Triste el bulling al que está siendo sometido el precandidato Iván Duque.
Duque es un hombre decente y cuenta con mi humilde pero honesto respaldo, sin mafias, sin contratos, sin talegos de dineros mal habidos. Yo pongo las manos al fuego por Ivan Duque.
2. Yo le creo al presidente Uribe
Publicado: diciembre 7 de 2017