Análisis de Camilo Rubiano
En momentos tan complicados como los que está pasando el continente latinoamericano debido a los problemas de estabilidad institucional y democrática que está atravesando el país de Venezuela, es preciso hacer una pausa y reflexionar sobre la importancia y el valor de lo que es la legalidad.
En Colombia, por décadas se ha enseñado en las facultades de Derecho que uno de los principios más importantes en una democracia es la legalidad. Que a partir de ella, se desprenden todos los elementos que construyen un Estado de Derecho.
Colombia ha sido un país donde se ha promovido la defensa de las instituciones y el respeto por las leyes y la democracia. Durante su vida republicana, el país solo ha tenido una pequeña dictadura, que se llevó a cabo tras el golpe de Estado que se le dio al gobierno de Laureano Gómez. Este movimiento lo lideró el general Rojas Pinilla, que estuvo en el poder tan solo cuatro años (1953-1957), caso distinto a las dictaduras que se dieron en el continente que sí duraron periodos más prolongados.
Sin embargo, durante la administración de Juan Manuel Santos se firmaron los acuerdos con el grupo terrorista de las Farc, los cuales se negociaron durante casi cinco años en La Habana, rompiendo el valor de la legalidad y poniendo en riesgo la estabilidad democrática e institucional que se ha defendido durante lustros en este país y que lo ha consolidado con un Estado de Derecho fuerte en la región.
El hecho de que los autores de crímenes de lesa humanidad se pavonean ante la opinión como víctimas y no victimarios, y ahora pasen de asesinos a candidatos sin ningún problema, no es más que una fractura al ordenamiento constitucional que hay que corregir a través del principio de legalidad. Un principio, que debe ser el estandarte para luchar y no permitirle al país que caiga en las garras del populismo.
En el 2018 el país tiene una oportunidad, es importante conocer y tener en cuenta lo valioso que son estas elecciones. Me embarga de emoción, la elección de Iván Duque como candidato único a la presidencia por el Centro Democrático. Duque, ha sido un promotor de este principio, en todas sus intervenciones señala lo importante que es la legalidad para recuperar el país.
En ese sentido, el compromiso que debemos asumir, es el de la lucha por la recuperación de la estabilidad democrática e institucional de Colombia.
En conclusión, la tarea debe ser solo una, luchar hasta que se de el triunfo de la legalidad sobre la ilegalidad y con esto, evitar que el populismo identificado en los autores de crímenes de lesa humanidad de las Farc o sus patrocinadores políticos se tomen y destruyan nuestro país.
Publicado: diciembre 11 de 2017