Hace unos días, la fiscalía anunció que estudia la posibilidad de imputar cargos contra la falsa experta Natalia Lizarazo García, conocida comercialmente con el nombre de “Natalia Springer Von Schwarzenberg” y quien se apropió de multimillonarios recursos de la fiscalía en la época de Eduardo Montealegre y Jorge Fernando Perdomo, cuando fue favorecida con unos contratos cuya pertinencia nadie ha podido justificar.
Para nadie es un secreto que la señora Lizarazo vendió humo. Cuando el país descubrió la existencia de aquellos contratos y la abultada suma de dinero que le fue desembolsada para el cumplimiento de los mismos, “Springer” aseveró que su equipo de trabajo estaba integrado por expertos internacionales del más alto nivel académico, razón por la que estaba obligada a cancelarles honorarios muy elevados.
El tiempo se ha encargado de demostrar que ese tal equipo nunca existió y que la señora en cuestión se repartió el botín con sus hermanos Juan Fernando y Ana María, ésta última una diseñadora gráfica sin mayor preparación académica ni experiencia en los asuntos por los que la fiscalía le pagó miles de millones de pesos a la empresa Springer Von Schwarzenberg Consulting Services SAS.
A pesar de los cuestionamientos por parte de la opinión pública, el entonces fiscal Eduardo Montealegre Lynett insistió en mantener el contrato y el objeto del mismo, el cual era el de elaborar una fórmula matemática para investigar los crímenes de lesa humanidad, una tesis pintoresca y a todas luces risible.
Cuando la señora “Springer” presentó su informe, los expertos de la fiscalía en pocos minutos concluyeron que la fórmula revelada no servía para absolutamente nada. En conclusión, la fiscalía general de la nación le pagó más de $4 mil millones de pesos a la señora Lizarazo García para que elaborara un documento que hoy acumula polvo en un gabinete de esa entidad.
Aquello obliga a que el Estado recupere el dinero cancelado y que los responsables de ese evidente detrimento patrimonial, acompañado de un peculado por apropiación y de una celebración de contratos sin el lleno de los requisitos que exige la ley, sean castigados.
Así las cosas, no falta mucho tiempo para que la fiscalía haga el anuncio definitivo sobre cuál será la suerte de “Springer” y de su contratante, el hoy exfiscal Eduardo Montealegre.
Publicado: diciembre 19 de 2017