Lamentable gobernador, así no es, Santander merece una explicación…
En la edición dominical del periódico El Tiempo la gobernación de Santander gastó millonaria página para vender “El buen momento que vive Santander” (así titularon la publicidad). En ella el gobernador Didier Tavera usurpa logros, activos, premios, obras… que no ha gestionado, construido, y menos planificado o liderado. El balance positivo que pretende mostrar como de su gobierno es en realidad el esfuerzos colectivo y particular, conquistado por visionarios y talentosos santandereanos desde prosperas empresas, gremios proactivos, esfuerzo de la educación privada, años de trabajo de fundaciones científicas especializadas en salud, sumado a grandes inversiones públicas del orden nacional y departamental de anteriores gobiernos lo que nos ubica en el orden nacional dentro de los departamentos más productivos y competitivos en materia económica
Desafortunadamente para el gobernador y sus propósitos publicitarios en la misma edición de El Tiempo (página 1.8 redacción justicia) venia la información en primicia de las investigaciones conjuntas de Fiscalía y Contraloría sobre el saqueo que vienen haciendo contratistas de los Programas de Alimentación Escolar PAE en diferentes gobernaciones. Las investigaciones de los organismos judiciales y fiscales arrojan que se desviaron más de 50 mil millones de pesos de este programa alimenticio. El ranking de la vergüenza es liderado por el departamento de La Guajira donde las proyecciones del saqueo rondan los 20.500 millones de pesos, seguido por Santander con una cifra que supera los 8.500 millones de pesos.
Lo calamitoso para los santandereanos, quienes merecemos mejor suerte, es competir específicamente en el “mapa nacional de la corrupción del PAE” y quedar casi al mismo nivel con La Guajira: región donde desde hace tiempo se perdió el sentido lógico y común del respeto por la institucionalidad, el ordenamiento jurídico y gobernado en los últimos periodos por verdaderas bandas criminales como lo asegura las sentencias de sus exgobernadores. El Gobernador de Santander, su gabinete, su contralor departamental de bolsillo, los diputados, y algunos medios de comunicación no han entendido que el tema particular de Santander y que hace referencia a la factura de 30 millones de pesos por concepto de tamales para el PAE no es el problema o fondo del escándalo, es solamente un símbolo de la reiteración de irregularidades que existen en torno a estos contratos.
En todos los corrillos, cafeterías y pasillos de la gobernación de Santander se conocía al igual como lo alertó en su momento (2016 y 2017) el Comité Transparencia por Santander que, los pliegos de la licitación del PAE fueron estructurados por genios de la sastrería con el propósito de direccionar y adjudicar los referidos contratos a fundaciones que recorrer el país acumulando experiencia con el propósito de robarse los dineros destinados para tan noble programa como es el de complementar la dieta alimenticia de los estudiantes de colegios públicos. Este delito debería tener la connotación de “crimen de lesa humanidad” por reunir características que se asimilan a las tipificadas en el Estatuto de Roma, fundamentalmente por atentar sistemáticamente contra la nutrición colectiva de millones de niños quienes al negársele los alimentos quedan en riesgo de morir, y para que la sociedad tenga la certeza que este delito aberrante no quede impune o en condenas de terceros, de firmones, que al final no son quienes gozan de riquezas mal habidas.
Publicado: diciembre 4 de 2017