Cónsul de Colombia en Miami, ordenó agredir físicamente a un ciudadano que pacíficamente buscaba firmas a favor del referendo derogatorio.
La comunidad colombiana residente en la ciudad de Miami, durante el gobierno de Santos ha tenido que padecer uno de los peores servicios consulares de los últimos años, por cuenta del fanatismo y talante despiadado de la cónsul Marta Lucía Jaramillo, una funcionaria que en vez de cumplir su deber de atender los requerimientos de la comunidad, se ha dedicado a servir de dama de compañía de la esposa del presidente durante sus frecuentes y misteriosos viajes a Florida.
- Sobre el servilismo de la cónsul con la primera dama, lo invitamos a leer El Tejemaneje del 23 de marzo de 2017.
Jaramillo, contraviniendo las más elementales normas de la diplomacia, ha dado suficientes muestras de maltrato a los colombianos que viven en Miami y que son abiertamente opositores al régimen ilegítimo de Juan Manuel Santos.
Cuando el exministro Arias huyó hacia Florida, tuvo que adelantar una diligencia consular. Por instrucciones de la señora Jaramillo, fue objeto de un tratamiento perfectamente inhumano, pasando por encima del hecho de que ese exfuncionario del gobierno Uribe estaba en los Estados Unidos como solicitante de asilo político.
El malestar de la colonia colombiana con Marta Lucía Jaramillo es creciente. Su evidente desprecio hacia el uribismo, hace que los ciudadanos que militan en esa causa –la inmensa mayoría de ellos- hayan solicitado en distintas oportunidades el nombramiento de una persona que observe una mayor neutralidad.
Y no se trata de un asunto intrascendente. Como es sabido, las jornadas electorales en el exterior tienen a los cónsules como sus rectores. En consecuencia, no existen garantías reales de que el resultado en plazas con tanta afluencia electoral como Miami –una de las ciudades del exterior con mayor número de votantes- sea respetado.
En días pasados se registró un abuso más de la cónsul Jaramillo quien se encontraba en Palm Beach –norte del condado de Miami-Dade- adelantando una jornada de inscripción de electores. Paralelamente un grupo de ciudadanos colombianos promovía pacíficamente en dicha ciudad la recolección de firmas a favor del referendo con el que se buscará revocar algunas normas que Santos hizo aprobar en beneficio de la banda terrorista de las Farc.
Al parecer, el éxito de dicha recolección desató la ira de la intemperante y agresiva cónsul Jaramillo quien, como si se tratara de una matona de esquina, ordenó que uno de los promotores de esa jornada, el señor Mario Gallo –un militar retirado-, fuera violentamente retirado del lugar.
El señor Gallo tuvo que ser remitido de manera urgente a un hospital cercano donde fueron atendidas las graves lesiones que le causaron los golpes ordenados por la cónsul Jaramillo. En palabras del agredido, “salí con unos compatriotas al parqueadero del [restaurante] El Bodegón. Ahí también estaba la cónsul de Colombia en Miami inscribiendo cédulas. Ella, al ver que nosotros estábamos recogiendo firmas para el referendo derogatorio le ordenó al dueño del restaurante que nos sacara…De un momento a otro, me raparon el teléfono, yo me fui encima de él a quitarle el teléfono y me cayeron tres personas, uno de ellos del consulado de Colombia en Miami y me pegaron. Estoy en el hospital. Vamos a presentar cargos”.
Este inaudito episodio obliga a que la colonia colombiana residente en Miami, al margen de su filiación política, de manera unida le exija al gobierno de Colombia el cambio inmediato de la cónsul en esa ciudad.
Resulta inaceptable que una persona capaz de ordenar ese tipo de acciones violentas sea la encargada de velar por los intereses y derechos de la comunidad a la que dice representar.
Como es obvio que el gobierno de Santos volteará la mirada, pues la señora Jaramillo es ante todo la compañera de paseo, fiestas y compras de la primera Dama, no se descarta que la comunidad eleve una queja ante el Departamento de Estado, con el fin de solicitar que la agresiva cónsul, Marta Lucía Jaramillo sea expulsada de los Estados Unidos.
Publicado: diciembre 3 de 2017