Las comadres de los pueblos, en taburetes de cuero y madera, se sientan al atardecer a hacer cuentas sobre las señoritas casaderas de la parroquia y las ponen a desfilar en sus imaginarias cabezas. Les apuestan a los galanes según sus cálculos que incluyen la religiosidad, el dinero de la familia, las conexiones políticas y las virtudes teologales del supuesto casadero y de la supuesta novia. De ahí salen los chismes frescos y las líneas de presión para las comadres amigas.
Se parecen esas cuentas a las especulaciones y tácticas anticipadas de las elecciones en Colombia, donde las candidaturas presidenciales son el eje del amorío democrático. Según la información de prensa (El Colombiano del 10 de mes 12 de 2017) en las elecciones para Congreso ( Senado y Cámara de Representantes) las firmas recogidas por nueve precandidatos , votarán 14.276.000 ciudadanos. No incluyen al candidato que consumió 40 mil millones de pesos en su contienda interna del partido Liberal, Don Humberto de la Calle, quien le aplicó un torniquete al pobre “Cristo de espaldas”, para un total aproximado de 700 mil votos entrambos. Tampoco al Centro Democrático que escogió su candidato, Iván Duque, mediante otro método.
La consulta popular del partido liberal es un grave indicio de que este partido, santista como el que más, está en ruinas, es el preludio de su entierro. Las firmas recogidas señalan que quien tuvo más maquinaria y dinero fue German Vargas Lleras con 4.5 millones. Y un desconocido exalcalde de Santa Marta, la ciudad que según la canción, “tiene tren, pero no tiene tranvía”, Carlos Caycedo, consiguió 2.5 millones de firmas, es aliado de Petro quien conquistó 745 mil firmas, de donde se colige que ganando esta coalición chavista populista, el presidente sería Caycedo y el vice sería Gustavo Petro.
Pero el mejor chiste es el del señor Frank Pearl, Francisco Perla traducido al español electoral, quien recolectó 540 mil firmas. ¿De dónde sale tanta grafología comprometida con el más insípido de los humanos pedestres?
Las numéricas cábalas de firmas resultan parecidas a las cuentas de la lechera, pues los presuntos 14.246 millones de votos prometidos no cuentan con los 7 u 8 millones de uribistas que votarían por Iván Duque y el millón de Humberto de la Calle que quedaría tendido en la calle. Total de la predicción sobre la base de firmas: 23 millones de votos. Una fantasía de firmas y un globo ilusionista. Para no joder más al lector: aténgase al buen ciudadano y al buen candidato del CD que no es coleccionista de firmas, sino de votos limpios.
Jaime Jaramillo Panesso
Publicado: diciembre 12 de 2017