Análisis de Camilo Rubiano
El próximo año, los colombianos vamos a tomar dos decisiones supremamente importantes, la primera es la elección del nuevo Congreso y la segunda y más importante, se va a elegir al nuevo Presidente de la República. Dos decisiones trascendentales para el país, debido a que el gobierno Santos deja un país descuadernado en todos los sentidos.
En materia económica, la semana qué pasó la calificadora Standard and Poor’s le redujo la calificación pasando de BBB a BBB- , dejando al país a punto de perder su grado de inversión, algo supremamente criticó teniendo en cuenta su alto grado de endeudamiento externo, que también fue noticia la semana pasada ya que en su última medición se ubica en $124.218 millones de dólares.
Esta situación, es producto de un gobierno irresponsable en materia económica y fiscal, los gastos excesivos, la asfixia tributaria hacia los ciudadanos y el sector privado y la incertidumbre jurídica generada por los acuerdos firmados con las farc, tiene ubicado a Colombia por debajo del promedio regional, respecto del cierre económico de este año. Se proyecta que el crecimiento de este año será del 1.6% muy lejos del 2.5% que es el promedio de la region.
Así mismo, en materia institucional el país atraviesa uno de sus peores momentos. Todos los días, los colombianos nos levantamos con una nueva noticia sobre corrupción. El hecho de tener un fiscal anticorrupción preso por corrupción, tres ex presidentes de la Corte Suprema y más de 10 congresistas inmersos en tráfico de influencias y sobornos, refleja la podredumbre institucional del país. El hecho de que en el gobierno Santos, la corrupción haya pasado de 13 a cerca de 60 billones, es algo absurdo y supremamente preocupante.
Ante esto, debemos tomar medidas inmediatas y aprovechar las elecciones del 2018, para enderezar el rumbo del país y sacarlo del lodo en el que Santos lo va a dejar. El país requiere de nuevos liderazgos, personas que no tengan vicios de la politiquería clientelista y corrupta que tanto daño le ha hecho al país. Líderes que tengan una visión de país amplía y estructurada, pero lo más importante, que esa visión haya sido construida con la ciudadanía.
Y es por eso, que el Centro Democrático eligió como candidato único a la persona correcta.
Iván Duque, refleja ese nuevo liderazgo que requiere Colombia, una persona que no tiene rabo de paja alguno, un líder que construyó sus 162 propuestas recorriendo el país y hablando con la comunidad. Duque, sin lugar a dudas es el candidato que mejor maneja los temas económicos, que son tan importantes en estos momentos, prueba de esto son los múltiples debates hechos en el Senado.
Colombia requiere un cambio y el Centro Democrático le puede garantizar eso al país. Un gran candidato a la Presidencia, como lo es Iván Duque y unas listas al Congreso de la República lideradas por el Presidente Álvaro Uribe, son la representación de una nueva generación de líderes colombianos.
¡Vamos por el cambio!
Publicado: diciembre 18 de 2017