Hay que decirlo con toda la claridad posible: los precandidatos del Centro Democrático están dando un espectáculo deplorable ante los militantes de la colectividad uribista, por cuenta de la demora en la elección del mecanismo para definir el nombre del candidato que llegará a la primera vuelta prevista para el año entrante.
Es evidente que no hay mecanismo perfecto y cualquiera que sea el camino que se escoja, tendrá desequilibrios para unos u otros.
Pareciera que algunos precandidatos quieren pasar por encima de las señales enviadas por el presidente Uribe cuyo cuñado, hace más de un mes, planteó la inteligente y práctica propuesta de adelantar una serie de encuestas de opinión a lo largo y ancho del país para efectos de determinar cuál de los 5 precandidatos tiene la mejor aceptación y el mayor reconocimiento.
La escogencia del candidato es un tema urgente y procedimental. No podía convertirse, como desafortunadamente sucedió, en el asunto sustantivo de la carrera presidencial. Al gran electorado uribista le tiene sin cuidado el “quién”, dado que su preocupación es el “qué”. Y ese “qué”, es muy claro: ganar en 2018.
La lucha no es al interior de la colectividad que tiene un cuerpo doctrinario y un discurso perfectamente claro y afinado, que además es impecablemente transmitido por sus 5 precandidatos.
Esta es una campaña presidencial totalmente distinta a las anteriores. La multiplicidad de candidatos por firmas, la presencia de la banda terrorista de las Farc en la contienda, el antecedente del plebiscito del 2 de octubre y la coalición del NO, obligan a que el Centro Democrático tenga listo a su candidato cuanto antes.
Otro aspecto que debe ser tenido en cuenta es la voluntad de muchos directivos uribistas que coinciden en que los 4 precandidatos que no sean elegidos, deben integrar la lista al senado. Ahí, se presenta una razón práctica, pues las listas al congreso tienen que ser inscritas en los primeros días de diciembre, es decir en menos de 3 semanas.
Por eso, merece todo el reconocimiento la generosa carta abierta que en días pasados emitió el precandidato Carlos Holmes Trujillo, anunciando su disposición a acoger, sin comentario alguno, el mecanismo de elección que decidan sus 4 compañeros. En diálogo con LOS IRREVERENTES, el doctor Trujillo ratificó que su interés es el de “facilitar las cosas y avanzar en el camino correcto. El procedimiento que consideren mis 4 compañeros contará con mi respaldo, pero no podemos seguir estancados en este asunto que es puramente mecánico”.
Gran señal la que envió Carlos Holmes, la cual debe ser emulada por los otros aspirantes, pues empiezan a oírse voces de rebeldía al interior de la bancada. Dos congresistas del CD que pidieron reservar su nombre le confirmaron a este portal que si la en las próximas horas no se escoge un mecanismo de elección de candidato, se le solicitará al presidente Uribe que le retire esa facultad a los precandidatos por su propia incapacidad y que se delegue esa responsabilidad en la bancada.
Así las cosas, llegó la hora para que los doctores Duque, Nieto, Guerra y Valencia se pongan de acuerdo y dejen de enviar ese mensaje equivocado que desconcierta a muchos militantes uribistas que anhelan arrancar de una vez por todas la campaña presidencial.
Publicado: noviembre 14 de 2017