En diciembre de 2015, denuncié ante Fiscalía, Contraloría y Procuraduría presuntas irregularidades en el proceso de venta y recompra de acciones de la Transportadora de Gas Internacional TGI de propiedad de la Empresa de Energía de Bogotá EEB. En 2011, la EEB en cabeza del entonces Alcalde Mayor de Bogotá, Samuel Moreno, vendió el 32% de TGI a la sociedad Citi Venture Capital International (Inversiones en energía Latinoamérica Holdings) por un valor de $400 millones de dólares. Tres años más tarde, en 2014, en cabeza de Gustavo Petro, la EEB readquirió el mismo paquete accionario, esta vez por $880 millones de dólares, pagando un 120% de sobrecosto en apenas 3 años.
El negocio fue muy rentable para la referida sociedad luxemburguesa CVCI, se ganaron $480 millones de dólares en tres años, mientras los bogotanos los perdimos. De esta operación surgen varias preguntas: ¿Qué motivó la venta del 32% de TGI?, ¿Se hicieron estudios previos que la justificaran?, ¿Quién los hizo?, ¿Cuánto costaron?, ¿Hubo intermediarios y comisiones?, ¿Los accionistas minoritarios del Grupo EEB conocían y autorizaron la venta? Aún estamos esperando la respuesta de las autoridades a estas preguntas, ya han transcurrido dos años, Fiscalía y Contraloría ya abrieron investigaciones a los miembros de la Junta Directiva de la EEB que autorizaron el negocio, pero todavía no conocemos el resultado.
Llama la atención que la sociedad CVCI este domiciliada en el Ducado de Luxemburgo, reconocido paraíso fiscal que permite ocultar la composición societaria y evadir obligaciones tributarias. Por otra parte, resulta extraño que la EEB, sociedad con capital mayoritariamente público, haya constituido una sociedad (Transportadora de Gas Iberoamericana S.L) en Madrid, España, 16 días antes de la recompra de las acciones de TGI, la cual recibió prestamos de sociedades del Grupo Energía de Bogotá para readquirir sus acciones en TGI. La propia TG Internacional, le prestó plata a TG Iberoamérica para comprar sus acciones. A través de un poder general, el vicepresidente suplente de la EEB autorizó el préstamo por US $402.400.000, lo que comúnmente se conoce como un auto préstamo. ¿Tenía ese mandato y esas facultades un vicepresidente suplente?
¿Por qué la sociedad vendedora (Inversiones en Energía Latinoamérica Holdings) permitió que le compraran sus acciones con dinero de la empresa de la cual era socia, generándole un detrimento patrimonial?
Algo huele mal en este negocio, los bogotanos exigimos una explicación satisfactoria sobre el manejo de nuestros recursos. El ex Alcalde Petro ha intentado descalificar las actuaciones de la Fiscalía General y la Contraloría Distrital, diciendo que no han actuado en derecho sino política, señalando a estas entidades de ser instrumentos de persecución política en su contra. Según Petro, el Contralor Granados y el Fiscal Martínez, hacen parte de un complot de Vargas Lleras para impedirle llegar a la Presidencia de la República. Vale la pena recordarle a Petro, que la denuncia la interpuse yo, junto con el abogado Alberto Rey, que mi agenda política y la de mi partido son incompatibles con la de Vargas Lleras, que no conozco al Contralor Distrital, no lo he visto nunca y que no controlo ni tengo ninguna incidencia en las decisiones del Fiscal Martínez, las cuales, en muchas ocasiones, han sido contrarias a los intereses de mi Partido.
Publicado: noviembre 10 de 2017