Análisis de Camilo Rubiano
Se llevó a cabo la tan sonada reunión entre el Presidente Santos y el jefe del grupo terrorista FARC alias Timochenko. Los dos, conmemoraron el primer año de la firma de los acuerdos. Según el Presidente, este ha sido un año de cosas buenas y señaló que la implementación va muy bien y le está generando desarrollo y crecimiento al país.
Recuerdo cómo el ministro de Hacienda y el director del DNP, le prometían a los colombianos que con la firma de los acuerdos, se iba a detonar automáticamente un crecimiento económico. Así mismo, le prometieron a los casi de 12.5 millones de colombianos que viven en la ruralidad, que con la firma de estos acuerdos iban a salir inmediatamente de la pobreza, que iba haber mayor inversión en el campo, traducida en asistencia técnica, distritos de riego, mejoramiento de vías secundarias y terciarias, entre otras.
Lo cierto, es que un año después nada de esto ha ocurrido. El famoso “dividendo de la paz “ no se ha dejado ver, pues contrario a los pronósticos del ministro Cárdenas la economía del país va a cerrar con un lánguido crecimiento de máximo 1.6%, muy por debajo del promedio regional. En materia de inversión extranjera la situación no es diferente, según la CEPAL, Colombia es el país con menor inversión extranjera de la region. Se calcula que ha caído cerca de un 60%, algo totalmente contrario a lo que ha expresado el Presidente Santos en varios medios internacionales, como lo hizo en una columna publicada el pasado viernes en el diario El Mercurio de Chile.
Así mismo, la deuda externa sigue creciendo y ya se ubica en un 60% del PIB, una cifra que ya está cerca a los $130.000 millones de dólares. En esta misma medida, el déficit de cuenta corriente ya está cercano al 4% del PIB y la cifras sobre el comercio no repuntan, ubicando las ventas acumuladas en -0,4% al mes de agosto según Fenalco.
Frente a la promesa que le hicieron a los campesinos colombianos, un año después la situación sigue igual o peor. La firma de los acuerdos, no detonó ningún crecimiento en la inversión, todo lo contrario. El gobierno Santos, decidió reducirle un 34% el presupuesto para la partida del sector agropecuario en año 2018. La situación de las vías terciarias y secundarias sigue estancada. Según el índice de competitividad global Colombia se ubica en el puesto 120 de 138 en materia infraestructura vial.
Sin embargo, hay que aceptarle algo al Presidente Santos respecto de la implementación. Lo que sí ha logrado, es garantizarle a los lideres guerrilleros la mayor cantidad de beneficios posibles. Incluso, el gobierno ha amenazado con declarar un estado de excepción, con el fin de finiquitar las concesiones para las farc.
Lo único cierto un año después de la firma de los acuerdos, lo único que es un hecho es que los victimarios posan de víctimas y pasan en un santiamén de asesinos a candidatos sin ningún problema.
Mientras tanto, los colombianos seguimos preguntándonos, ¿qué pasó con el dividendo de la paz?
Publicado: noviembre 27 de 2017