Resulta lamentable que asesinos y violadores se paseen por las Universidades y por algunas emisoras de radio sin haber pagado todas sus condenas. Mensaje lamentable para las futuras generaciones y una clara muestra que el crimen en Colombia si paga.
Lo que sucedió en la Universidad del Rosario fue lamentable en la medida que se quiere “normalizar” por algunas personas el hecho que asesinos y violentos criminales den cátedra por los diversos centros de pensamiento sin haber dicho la verdad y sin reparar a sus víctimas.
Las Universidades son el lugar preciso para que los grandes pensadores compartan sus reflexiones y no para que los bandidos sean exhibidos como “estrellas de cine”. Por esa razón se cuestiona el hecho que sean los propios educadores los que en muchas ocasiones pretendan imponer sus posturas ideológicas y su visión de vida sobre los estudiantes; incluso sobre muchas víctimas que exigen unos mínimos de justicia.
Las Universidades prestigiosas no pueden prestarse para que aquellos que han cometidos delitos de lesa humanidad se tomen sus aulas para darle “cátedra” a sus estudiantes. Por esa razón considero que se tiene que aplaudir el hecho que haya estudiantes valientes que no tengan miedo de exponer sus puntos de vista y hacer respetar la institucionalidad.
Bien lo dijo la candidata presidencial María del Rosario Guerra: “Soy rosarista, colegial, fui vicerrectora y Decana de Economía. El Rosario no puede prestarse para que se le abra las puertas a aquellos que han generado terror y miseria en el pueblo colombiano».
Entretanto: Resulta fundamental unirnos en torno al candidato del “no” que resulte elegido de la gran alianza entre en Centro Democrático y el Partido Conservador. El futuro del país está en riesgo y es indispensable un candidato de altura que re direccione nuestra Colombia.
Publicado: noviembre 30 de 2017