En la recta final del “fast track” se pudo confirmar que la denominada Unidad Nacional de Santos está perfectamente liquidada.
Se desbarata la “unidad nacional”
Después de la debacle política de los últimos días, cuando el debilitado gobierno del presidente Santos registró el hundimiento en el Congreso de las leyes más importantes para la implementación del acuerdo con la banda terrorista de las Farc, se puso en evidencia que la denominada unidad nacional es cosa del pasado.
El santismo nunca existió
Santos es un político débil, tramposo, pusilánime y corrupto. Esos cuatro elementos impidieron que alrededor suyo se generara un movimiento que lo siguiera. Sin ideología, el suyo fue un gobierno que se movió al vaivén de las coyunturas. Los altos funcionarios no duraron en sus cargos y no existió una sola política de largo alcance.
El santismo nunca existió. Lo que sí hubo, fue una relación clientelista y corrupta en virtud de la cual, el Ejecutivo, a través de la denominada mermelada, compró conciencias y configuró mayorías.
Congresistas pensando en su futuro
Los congresistas que fueron seducidos por la gran capacidad corruptora del gobierno, saben que en aras de salvaguardar su propio futuro político era necesario marcar distancia con la desprestigiada administración Santos. En 2018, difícilmente un ciudadano votará a favor de alguien que sea percibido como cercano al actual mandatario de los colombianos.
Les faltó un voto
A pesar de las presiones, los desayunos, las ofertas, los ministros no pudieron lograr el número de votos que se requería para sacar adelante el proyecto que incorporaba las 16 curules a favor de la guerrilla terrorista de las Farc.
El ministro de Hacienda, con chequera en mano, anduvo paseándose por las curules, tratando de comprar senadores. De nada sirvieron las ofertas.
- Sobre las 16 curules, lo invitamos a leer No se salieron con la suya.
A la hora de votar, 50 senadores respondieron a las presiones del gobierno. Les faltó un voto y con ello, quedó hundida para siempre la posibilidad de que las supuestas víctimas que en realidad son calanchines de las Farc, puedan tener 16 curules gratuitas.
Los que votaron por el NO
Llama la atención que la mayoría de senadores que votaron en contra de esas curules sean del partido conservador, colectividad que ha recibido ríos de mermelada. Nidia Marcela Osorio, Hernán Andrade, Jorge Hernando Pedraza, Juan Sammy Merheg, Juan Diego Jaramillo y Juan Manuel Corzo, de forma abierta y directa votaron en contra de los intereses del gobierno. No se descarta que en las próximas horas, el Ejecutivo haga sentir las consecuencias de su desacato, cortándoles todas las cuotas burocráticas que poseen esos legisladores que ayer eran considerados como unos “patriotas” por la Casa de Nariño, pero ahora son calificados de “traidores”.
Publicado: diciembre 1 de 2017