Horacio Serpa, que ha cometido toda suerte de delitos, en el ocaso de su vida sigue violando el código penal.
Genio y figura
A nadie puede sorprenderle el nuevo escándalo de corrupción política en el que está metido el senador Horacio Serpa Uribe. Esta vez, el cuestionado dirigente liberal, aparece enredado en una verdadera estrategia criminal llevada a cabo en su natal Barrancabermeja, para evitar que el alcalde de ese municipio, Darío Echeverry, fuera afectado con una revocatoria popular del mandato.
Serpa, campeón de las componendas y de los “cuadres” políticos, se empleó a fondo para evitar que su pupilo Echeverry fuera revocado, tal y como fue revelado con pruebas de audio por la emisora W Radio.
El pasado oscuro de Serpa
Horacio Serpa erigió su carrera política traficando influencias, manipulando procesos, torciendo a la justicia. Como protagonista del proceso 8000, nadie entiende por qué nunca pisó una cárcel si él, en su condición de jefe de debate de Ernesto Samper, viajó a la isla de San Andrés en una avioneta privada cargada con billetes que fueron entregados por los mafiosos del desaparecido cartel de Cali.
La familia del inmolado líder conservador, Álvaro Gómez Hurtado en múltiples oportunidades ha sindicado a Horacio Serpa de haber sido, apoyado por Ernesto Samper, el determinador de ese crimen cometido hace 22 años y que aún enluta a nuestro país, por cuenta de la impunidad entorno al mismo.
Serpa era un amigo político incondicional del desaparecido testaferro de la mafia, Nacho Londoño, quien fue el encargado de articular aquel crimen ante los capos del norte del Valle.
Uno de esos hampones, el mafioso alias Rasguño, confesó que dicho homicidio se llevó a cabo por orden directa del gobierno de Ernesto Samper. Sin eufemismos, Rasguño señala al expresidente y a su compinche, Horacio Serpa, de ser los cerebros de ese execrable crimen.
Esto es un juego de niños
Conocidos los alcances delictivos de Serpa, esta nueva acusación en su contra, pareciera un juego de niños. Si ha sido capaz de cometer crímenes como los enunciados, con los ojos vendados y la mano izquierda lleva a cabo la manipulación denunciada para evitar que el alcalde de Barrancabermeja fuera revocado.
Horacio Serpa, en el ocaso de sus días, cuando su elocuencia es cosa del pasado, sigue siendo el mismo bribón de siempre. Así nació, así vivió y así terminará su paso por este mundo.
Publicado: noviembre 22 de 2017