En el reciente escándalo de corrupción que se destapó tras la participación del senador Horacio Serpa Uribe en el complot para desbaratar la revocatoria del mandato del alcalde de Barrancabermeja Darío Echeverry, hay muchos cabos sueltos y preguntas por resolver.
El primer interrogante, es: ¿Quién es el hombre del desayuno? Que no es el Procurador General Fernando Carrillo porque en uno de los audios, se dice que Horacio Serpa se comprometió a realizar una vuelta con Fernando Carrillo y con el papá de Fandiño.
Otro interrogante es: ¿Quién es el papá de Fandiño? No es otro distinto que el padre del secretario de Serpa como lo dice uno de los audios, correspondiendo al señor Andrés Fandiño, asistente de Horacio Serpa en la Dirección Nacional Liberal.
Y, queda por resolver las relaciones del grupo político de Darío Echeverry con una persona que hace 5 años tenía el perfil de comandante paramilitar de la vereda la Fortuna, un reinsertado de las AUC de quien Darío Echeverry pide reactivar un grupo de 40 o 50 hombres para impactar negativamente los comicios electorales que pretendían la revocatoria del mandato de su alcaldía. Al que folclóricamente Serpa Uribe hizo referencia, saliendo por la tangente como “tropelero político” para frenar la gravedad de la insinuación que le hacia el alcalde al exparamilitar.
El procurador General de la República Fernando Carrillo, el Fiscal General de la Nación, Néstor Humberto Martínez, la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia y la Comisión de acusaciones, tienen la obligación funcional de abrir investigación para determinar quién es «el hombre del desayuno» pues al parecer, Horacio Serpa, hace referencia a un magistrado del consejo Nacional Electoral que, siendo Serpa Uribe, Director del Partido liberal en ese momento, debe descartarse si fue Héctor Eli Rojas o Emiliano Rivera; uno de los dos consejeros del partido liberal, quienes desayunaron con Serpa o cualquier otro que siendo ponente de asunto por conocer, concertó con Serpa la decisión que llevaría a la Sala para favorecer a Darío Echeverry.
Finalmente, el señor Procurador General de la Nación, debe resolverle a los santandereanos la suerte de la Procuraduría Regional en manos del «papá de FANDIÑO» puesto que, el padre del señor Andrés Fandiño, es nada más ni nada menos que la cuota de Horacio Serpa en la Procuraduría Regional de Santander. El señor Edgar Fandiño Prieto quien, además, para el momento de la revocatoria, se desempeñaba como juez administrativo de Barrancabermeja. El mismo de quien recae serias dudas como gestor de las vueltas de Horacio Serpa.
Definitivamente ¿cómo vamos a acabar con la corrupción si Horacio Serpa, aprovechando su amistad y familiaridad con Fernando Carrillo, no pone a los gatos a cuidar los quesos?
Publicado: noviembre 23 de 2017