¿A cuál Benedetti debe creérsele? ¿Al que hace unos meses lisonjeaba al fiscal general, o al que hoy lo desafía e insulta?
Cada vez se hace más evidente el desespero del investigado Armando Benedetti, en la lupa de la justicia por distintos delitos.
La semana pasada, tan pronto fue notificado de una compulsa de copias a la corte suprema de justicia para que investigue su participación en el escándalo de corrupción de Odebrecht, emprendió una violenta defensa, fundamentada en los ataques personales hacia el fiscal general de la nación, Néstor Humberto Martínez.
Calificándolo de “rufián” y asegurando que es víctima de una persecución por orden de Germán Vargas Lleras, emprendió una violenta arremetida contra Martínez Neira.
- Sobre esta historia, lo invitamos a leer Y Benedetti ahí y El bulldozer.
El argumento de la persecución no tiene mucho sentido, pues Benedetti es un político en decadencia, sin mayores perspectivas futuras debido, precisamente, a los muchos escándalos de corrupción en los que se ha visto involucrado. Para ningún candidato presidencial, Armando Benedetti implica riesgo alguno. De hecho, es muy probable que en las próximas elecciones –si es que no lo encarcelan antes- se hunda por falta de votos.
Lo que sí llama la atención es que el desaforado parlamentario hoy no ahorre improperios ni insultos contra el fiscal general, hecho que devela el pánico que le produce haber quedado en evidencia. Pero no hace mucho tiempo, Benedetti tenía la mejor impresión de Néstor Humberto Martínez. En efecto, pocos días después de su elección por parte de la corte suprema de justicia, el senador santista, a través de su cuenta de Twitter escribió que “Néstor Humberto Martínez será un buen fiscal y puede darle garantías a todos. No se necesitaba concurso xq siempre se supo q ganaría. Felicidades!”.
Harta razón tenía Benedetti cuando redactó aquel mensaje: el actual fiscal le ha dado garantías a todos los colombianos de que la justicia no se aplica de manera selectiva. Sin importar la naturaleza política, los responsables de hechos de corrupción, como Armando Benedetti, han sido investigados.
Lo cierto es que el congresista esperaba que la justicia siguiera tapándole sus comportamientos ilegales, tal y como lo denunció el abogado Jaime Lombana quien no dudó un segundo en aseverar que Benedetti es uno de los protegidos del denominado cartel de la toga.
Naturalmente, su posición frente a Néstor Humberto Martínez dio un viraje de 180 grados cuando desde hace un año la fiscalía hizo la primera compulsa de copias en su contra, por su participación, a través de Fiduprevisora, en el robo del fondo de prestaciones del magisterio en el departamento de Córdoba.
Pareciera que el doctor Benedetti tiene una doble personalidad. Es obsecuente y lambón, buscando que la justicia no lo investigue, pero cuando las cosas no resultan como él espera, entonces se vuelve violento, agresivo, desafiante y vulgar, como en efecto sucedió en días pasados con ocasión de la decisión de la fiscalía de solicitarle a la corte suprema que lo investigue por haberse favorecido con los multimillonarios sobornos pagados por Odebrecht.
Publicado: noviembre 20 de 2017