La estrategia de las Farc es clara, un gobierno de transición que les sirva para llegar al poder en 2022.
Como a la Corte Constitucional y al Congreso en buena hora enmendaron algunos entuertos del acuerdo con las Farc en La Habana, don “Timo” y sus secuaces montaron en cólera, quieren hacer política, pero eso sí, sin respetar las decisiones de la corte y el congreso, es la democracia zurda. Y fue la razón para el gran encuentro de esta semana entre los dos jefes de estado, Juan Manuel y don Timo que, desde La Habana, fue avalado para hablar al presidente de tú a tú.
Y lo pretendido por don Timo es que se eche reversa a las determinaciones de la Corte Constitucional y el Congreso, no pueden las Farc, sin mentir, cumplir a cabalidad esos compromisos. Su impunidad en manos de la JEP podría quedar tambaleando, a no ser que antes de acabarse el Fast Track el 30 de este mes, se idee otra resolución en el Congreso como aquella con la que el gobierno se robó el resultado del plebiscito.
La estrategia política de La Farc es clara, buscan un gobierno de transición que les sirva de caballo de Troya para llegar al poder en el 2022, para ello tienen dos alternativas: De la Calle, ganador de la consulta Liberal que arrancó tastabillando por los exiguos resultados, o la coalición del crespito Fajardo con Claudia López y Jorge Robledo. Por el momento, apelan a hacerse contar en el 2018 para afinar las tácticas electorales que emplearán en el siguiente período tratando de evitar el desprestigio de la “paz”, por la aplicación de cualesquiera de las cortapisas impuestas por la corte y el congreso, asunto de discusión en la cumbre Santos y don Timo.
Si la izquierda logra en 2018 un gobierno de transición, ´Timochenko¨ contaría con valiosas ventajas para las elecciones de 2022: la maquinaria oficial; 31 emisoras exclusivas; 10 curules gratis en el congreso; 16 circunscripciones electorales que abarcan 167 municipios donde sus adláteres podrán votar dos veces, con un potencial de 3´100.000 votos; un presupuesto oficial para financiar su campaña política que ningún otro partido supera; participación activa en la inversión de 10 billones de pesos anuales del presupuesto para obras de infraestructura en sus zonas de influencia; poder decisorio en el reparto y legalización de 10 millones de hectáreas; envidiables esquemas de seguridad de que los demás partidos carecen; disidencias, milicianos, guardias campesinas y cimarronas, con las cuales presionarán votos indígenas, afrodescendientes y campesinos. Lo anterior es la caja menor, el billete grueso viene de los cultivos que ahora se conocen con el nombre poético de “uso ilícito”.
Pero mirando las cosas desde otro ángulo, para las Farc el palo no está para cucharas: el 97% de abstención en la consulta liberal ubica el partido Liberal que los apoya y, su candidato, en estado terminal, los anémicos resultados muestran varias cosas: un rechazo a Santos; dudas sobre la bondad que se quiere vender de los acuerdos; la desconfianza que generan las cínicas intervenciones de jefes de La Farc y, la de la ONU, sobre la deserción del 55% de los reinsertados; la reacción del Congreso retomando parcialmente sus fueros.
Hay que ganar las elecciones del 2018 y firmar el referendo propuesto por Paola Holguín del CD.
El Rincón de Dios
«Si el Señor te concede prosperidad, debes darle gracias con humildad y vigilar que no sea en detrimento tuyo, por vanagloria o por cualquier otro motivo, porque los dones de Dios no han de ser causa de que le ofendas». Benedicto XVI
Publicado: diciembre 1 de 2017