El CD debe dar el paso definitivo y elegir a su candidato presidencial para empezar su camino hacia la victoria.
Todo está servido sobre la mesa para que el Centro Democrático gane las elecciones parlamentarias y presidenciales del año entrante. De lejos, la colectividad uribista es la más fuerte, cohesionada y creciente de nuestro país, por esa razón, es la hora de las definiciones.
Uribe ha sido repetitivo y claro: los 5 precandidatos -Iván Duque, Rafael Nieto, Paloma Valencia, María del Rosario Guerra y Carlos Holmes Trujillo- tienen el deber de identificar y definir el mecanismo de elección de candidato único. Pero esa no es una tarea que se pueda cumplir en tiempos bíblicos. Todo lo contrario: deben proceder a hacerlo cuanto antes. Así lo demanda la base uribista y así lo ha indicado el presidente en público y en privado.
No existe un procedimiento perfecto que satisfaga los intereses y cálculos de los aspirantes. Así las cosas, deben entender que la propuesta de las encuestas, que en principio fue acogida por la mayoría, es la más práctica, económica y expedita. Pero hay algo más: es el mecanismo que ve con mejores ojos el líder de la colectividad, el presidente Uribe.
La tardanza hace daño porque alienta la polarización al interior del partido. Milagrosamente, después de tantos meses de precampaña, no se otean divisiones irreconciliables en el panorama. La concordia ha gobernado, hasta ahora.
La disposición de Zuluaga
Luego de que el consejo nacional electoral notificara la resolución por medio de la que se archivó la investigación administrativa contra la campaña de Óscar Iván Zuluaga, éste su decisión deponerse a “disposición del partido Centro Democrático”.
Nadie puede dudar que Zuluaga es un protagonista en el Centro Democrático. En su condición de candidato en 2014, tuvo la responsabilidad de administrar el gigantesco endoso electoral que le otorgó el presidente Uribe. Ese capital le sirvió para ganar la primera vuelta.
Con total legitimidad, fue de los primeros en anunciar que buscaría la candidatura en 2018, pero se vio obligado a suspender su aspiración por cuenta del caso Odebrecht en, proceso al que aún le faltan algunos capítulos, pues la procuraduría, que hizo parte del proceso en su condición de garante de los intereses de la sociedad, presentó un recurso de reposición contra la resolución adoptada por tribunal electoral colombiano.
En un comunicado oficial, la procuraduría expresó que “la agencia del ministerio público ratifica que existen pruebas suficientes que demuestran que el grupo empresarial Odebrecht, a través de una de sus empresas, realizó pagos a favor de José Eduardo Cavalcanti de Mendoça, por concepto de asesoría en temas publicitarios y de marketing político a favor de la campaña de Zuluaga…”.
A Zuluaga hay que oírlo con atención en el Centro Democrático. La directora del partido, Nubia Stella Martínez debería convocar de manera urgente a una reunión de la bancada, los 5 precandidatos e invitarlo a él para que exponga cuáles son sus planes políticos y en qué consiste su oferta de ponerse “a disposición” del CD, teniendo como punto de referencia el criterio expuesto por el presidente Uribe de manera pública y diáfana, respecto de su situación.
El doctor Óscar Iván Zuluaga tiene derecho a defenderse y a explicar en detalle el proceder de su campaña presidencial. Todos en el uribismo esperan que él salga adelante, pero mientras lo hace, la colectividad debe seguir su camino político, mirando hacia 2018 y no estancado en el debate de lo que sucedió en 2014.
Este es un gran momento para el partido uribista que no puede ponerse en riesgo por cuenta de cálculos irracionales. Hay con qué ganar y, por supuesto, con quién hacerlo. Ahora se deben imponer el pragmatismo y las decisiones fruto de reflexiones reposadas y serenas.
Es menester decirlo con absoluta claridad y con todas sus letras para que no quede el mínimo espacio para las dudas: flaco favor le prestan a esta causa los comentarios majaderos cargados de subjetividad y fanatismo propio de los extremistas que apuntan a poner en duda el criterio jurídico, pero sobre todo el liderazgo político de la persona que manda en el Centro Democrático: Álvaro Uribe Vélez.
Publicado: octubre 30 de 2017