La llamada de Montealegre a un senador para exigirle el voto por Juan Manuel Galán podría constituir tráfico de influencias.
Como si los desmanes y abusos cometidos por Eduardo Montealegre fueran pocos, se ha revelado un audio de ese exfuncionario, en el que presiona a un senador de la República para que dé su voto a favor de un aspirante a la presidencia del Congreso.
En efecto, trascendió una conversación entre el exfiscal Eduardo Montealegre y el senador liberal santista, Guillermo García Realpe, luego de que se posesionara el nuevo Congreso en 2014.
En dicha charla, en la que el congresista se refiere al fiscal como su “jefe, jefe”, Montealegre procedió a pedirle a su interlocutor que respalde a Juan Manuel Galán como presidente del Senado: “Oiga Guillermo, hay un nombre muy importante ahoritica que va a definir el partido liberal para efectos de la presidencia del Senado de la República el año entrante, que es el senador Galán, un gran amigo, un gran profesional, una persona de gran responsabilidad y creo que enaltecería mucho al partido y al Senado…”.
¿Qué hace el fiscal general de la nación promoviendo el nombre de un senador para la presidencia del Congreso de la República?
Si bien es cierto que la fiscalía no investiga ni acusa a los senadores, no menos lo es que a la fiscalía llegan muchas denuncias en contra de ellos, las cuales son remitidas a la corte suprema.
Por eso, resulta exótico que un fiscal general, que goza de un poder gigantesco se inmiscuya en asuntos que son propios y autónomos de la rama legislativa, aparezca llamando a senadores para solicitar respaldo a sus intereses políticos. ¿Hasta qué punto el parlamentario que recibió la llamada de Montealegre no fue intimidado por el tono de la misma?
Así mismo, es poco transparente que Juan Manuel Galán hubiera designado a Montealegre como jefe de su aspiración de ser presidente del Senado. Debió esforzarse en conseguir los votos entre sus colegas, sin que mediara el hombre más poderoso –y hoy cuestionado- de la rama judicial.
De acuerdo con lo que se oye en la grabación, que fue publicada por Noticias Caracol, La gestión de Montealegre ante García Realpe era trascendental: “Parece que el voto definitivo es el del senador Guillermo García que dicen que define todo. Es lo que me han dicho, que lo que diga Guillermo, se hace”, le expresó Montealegre al asediado congresista, quien se limitó a responderle que “No, no, no…Yo le digo: primero me aseguro yo y luego los demás”.
Montealegre insistió, vendiendo a su candidato como una persona clave para la agenda legislativa, particularmente en lo relacionado con los temas de paz.
Conocidos los alcances del hoy exfiscal general de la nación, valdría la pena explorar si aquella actuación no se constituyó en un tráfico de influencias. Así mismo, debe investigarse a fondo a qué otros congresistas presionó para que votaran por sus candidatos, pues esto no se trata de un cabildeo a favor de un proyecto de ley en el que la fiscalía tuviera intereses, sino de una maniobra abierta y claramente politiquera.
La grabación de la llamada entre Montealegre y el senador García Realpe, aparece luego de que se descubriera que a través de un contrato de prestación de servicios ficticio otorgado por la fiscalía mientras él estaba al frente de la misma, se financiaba la manutención de la oficina desde la que operaba la oficina de la Bacrim judicial en la que despachaban el corrupto exfiscal Gustavo Moreno y el expresidente de la corte suprema de justicia, Francisco Javier Ricaurte. Ambos sujetos, hoy están tras las rejas.
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Publicado: octubre 27 de 2017