Procuraduría descubre falsedades y alteraciones en el millonario contrato entre Valledupar y Natalia Springer. Se estudia emprender acciones penales inminentes.
Una revelación hecha por el periodista Mario Villalobos de Red + Noticias complica la situación jurídica de la polémica excontratista, Natalia María Lizarazo García comercialmente conocida por el nombre de Natalia Springer Von Schwarzenberg quien está en la mira de las autoridades por los multimillonarios contratos que celebró con distintas entidades públicas, valiéndose de unos cuestionados diplomados, seminarios y cursos que presentó como si fueran maestrías y doctorados.
De acuerdo con la revelación del juicioso periodista Villalobos, la procuraduría general de la nación pudo establecer que el contrato que Springer celebró con el municipio de Valledupar por orden del hoy exalcalde Fredys Socarras, partió de una brutal falsedad.
En efecto, para darle viabilidad a dicho contrato, que era para hacer un evento denominado Escuela vallenata de paz, se allegaron dos cotizaciones para efectos de escoger la que resultara más económica.
A la de la firma de Springer, que fue por $1400 millones de pesos se sumó otra, presentada por la empresa “Bimedia Studio”, compañía de publicidad ubicada en la ciudad de Neiva y cuyo representante legal es el señor Óscar Guillermo Pérez.
La oferta de trabajo de “Bimedia Studio” fue por $1939 millones de pesos, mucho más alta que la allegada por la señora “Springer Von Schwarzenberg”, razón por la que la administración de Valledupar decidió irse por la de ella.
Hasta ahí, todo parecería que se trató de una operación contractual transparente en la que la decisión final fue a favor de la oferta menos onerosa.
Pero en la investigación de la procuraduría, pudo establecerse que la cotización presentada por “Bimedia Studio” es perfectamente falsa. La firma del representante legal, no coincide en lo más mínimo con la que realmente utiliza el señor Óscar Guillermo Pérez quien, en declaraciones al periodista Villalobos le aseguró que su empresa jamás hizo dicha oferta de servicios y que él, que se dedica a hacer diseños gráficos y a diagramar páginas de Internet, jamás en su vida ha ido a la ciudad de Valledupar.
Pero como si eso fuera poco, en el expediente del ministerio público, se encuentra un hecho que enreda aún más la situación jurídica de la supuesta analista que resultó ser una embaucadora profesional. En efecto, la procuraduría pudo determinar que la señora Springer hizo de manera dolosa una manipulación del listado de asistentes al evento por el que los vallenatos le pagaron $1400 millones de pesos. De acuerdo con el criterio de los investigadores del caso, la contratista incluyó múltiples veces el nombre de las mismas personas para dar a entender que su evento había sido exitoso y multitudinario.
Lo cierto es que son muchas las irregularidades y las ilegalidades entorno a ese y los demás contratos con los que Springer fue favorecida. Lo de ella es una evidente y vulgar manifestación de corrupción que no es ni señalada ni mucho menos denunciada por quienes posan de “adalides” de la transparencia, como es el caso de la vulgar candidata presidencial de la izquierda, Claudia Nayibe López.
Llama poderosamente la atención que la vehemente senadora, que no ahorra adjetivos ni epítetos a la hora de señalar a sus rivales, guarde silencio y voltee la mirada ante los descarados saqueos cometidos por sus amigos y aliados, como es el caso de la Springer.
Es posible que el silencio de Nayibe se deba a que haya tenido algún tipo de beneficio por cuenta de aquellos contratos, pues una de las participantes de la estafa denominada Escuela vallenta de paz fue, precisamente, ella.
¿Su participación en el evento fue gratuita, o cobró honorarios? Esta pregunta es fundamental, pues una de las razones que en su momento expuso la señora Springer para justificar el abultado presupuesto de aquel evento fue el pago de los panelistas y conferencistas.
La candidata López, a la que supuestamente tanto le duele la corrupción, debe aclarar, entre muchas otras cosas, sus vínculos con Springer, una de las más vivas y audaces saqueadoras del erario que se haya visto en muchos años.
Publicado: octubre 20 de 2017