La “estratega” política, la pereirana Gloriza Ramírez, se ha encargado de promover divisiones en el seno del Centro Democrático.
En tiempos preelectorales empiezan a surgir toda suerte de especímenes que prometen el oro y el moro a candidatos incautos que caen en la trampa, esperanzados en que las “fórmulas mágicas” que se les ofrece los conducirá hacia la victoria.
En el mercado de estrategas y asesores políticos hay toda suerte de personajes. Verdaderos expertos que hacen su trabajo con solvencia y profesionalismo y estafadores de poca monta que, alardeando de supuestas amistades con importantes periodistas o dueños de medios de comunicación, enganchan a sus clientes.
Ese es el caso de la pereirana Gloria Isabel Ramírez, quien también responde al nombre de Gloriza. Una mujer que lleva algunos años moviéndose en el mundo de las relaciones públicas, golpeando las puertas de algunos medios de comunicación y fungiendo como “experta” en comunicaciones estratégicas.
Hace algunos años trabajó con la exministra Claudia de Francisco y con su actual pareja, el cuestionado estafador Rafael Mora Ricardo, denunciado en este portal por sus maniobras comerciales poco transparentes en los Estados Unidos y por sus transacciones mercantiles con un hermano que hace parte de la denominada Lista Clinton, habida cuenta de sus vínculos con el narcotraficante extraditado, Francisco Javier Zuluaga Lindo, alias Gordolindo.
En su portafolio como “estratega” política, la señora Ramírez incluye que fue “asesora externa” de Álvaro Uribe, algo que dice mucho y no dice nada. Es evidente que ella ha tenido un grado de cercanía con el expresidente de Colombia, sobre todo por sus muy estrechos vínculos con el hoy retirado exdirigente gremial, Fabio Echeverri Correa, quien fuera gerente de las dos campañas presidenciales uribistas, en 2002 y 2006.
Además de eso, menciona algunas labores con Andrés Pastrana, asesoramiento que no merece mayores comentarios.
En 2006, Gloriza Ramírez anduvo por el Perú, país en el que no dejó la mejor impresión. En efecto, estuvo vinculada a la campaña de Lourdes Flores que en todas las encuestas aparecía como ganadora, hasta el momento en que empezó a contar con los servicios profesionales de la señora Ramírez.
En efecto, desde que arribó a Lima, la tendencia favorable de Flores revirtió irremediablemente, en buena medida por las estupideces cometidas por recomendación de la “asesora” colombiana. Una de ella, que dejó estupefactos a los expertos en marketing electoral en Perú, fue la de poner a la candidata a bailar cumbia.
La catarata de errores cometidos por Gloriza Ramírez se vieron reflejados en la derrota de Lourdes Flores quien, contra todo pronóstico, terminó siendo aplastada por Ollanta Humala y por Alan García.
Salió del territorio peruano con más pena que gloria, debiendo muchas explicaciones al Sunat –Superintendencia Nacional de Aduanas y Administración Tributaria-, entidad encargada de cobrar los impuestos en aquel país.
Hoy, en Perú, Gloriza es recordada por ser la arquitecta de la brutal derrota de Lourdes Flores y por haberse comportado como una suerte de “embajadora de la India” mientras prestó sus fallidos y mediocres servicios profesionales. Exigencias ridículas de vehículos de lujo debidamente guiados por conductores uniformados y habitaciones de hotel con características estrambóticas, fueron algunos de los “caprichos” que tuvieron que satisfacer en la campaña de Lourdes Flores, convencidos de que la “estratega” que como en la fábula de Alicia en el país de las maravillas había descendido de los cielos los llevaría a la victoria. Perdieron el dinero y las ilusiones, mientras que el fisco peruano se quedó esperando el pago de los respectivos impuestos.
Hoy, la señora Ramírez no goza de mayor reputación en el mundo político nacional y por eso cuesta entender que Iván Duque, precandidato uribista, haya recurrido a sus servicios profesionales.
Hace unos días, el presidente Uribe hacía un llamado para que no hubiera guerra sucia entre los precandidatos de su partido. Es evidente que el mensaje tenía una destinataria específica: la señora Gloriza Ramírez quien se ha abrogado abusivamente la vocería de la campaña de Duque para difundir mentiras respecto de otros precandidatos de la colectividad uribista.
LOS IRREVERENTES pudieron confirmar que uno de los precandidatos afectados por el comportamiento asqueroso y tramposo de la señora Ramírez, muy dada a difundir mentiras y enlodar el honor de conocidos y desconocidos, personalmente le hizo el reclamo a Duque.
Aquella es una situación que le hace mucho daño al precandidato Duque quien, valga decirlo, ni comparte ni mucho menos promueve ese tipo de porquerías que evidentemente son emprendidas sin su autorización.
Así mismo, personas de la campaña de Duque confirmaron que la presencia de esa señora en la candidatura, se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza, precisamente por su estilo poco profesional que en algunos casos bordea el código penal.
Publicado: octubre 17 de 2017