Esta semana se sabrá si Luis Fernando Andrade va la cárcel y empezará la caída del gobierno del presidente Santos.
La suerte de Andrade
Es posible que esta semana, un juez de la República decida enviar a la cárcel al cuestionado expresidente de la agencia nacional de infraestructura, Luis Fernando Andrade, primo del soberbio presidente del BID, Luis Alberto Moreno.
Andrade, risueño y desafiante, tiene mucho por explicarle a la justicia, sobre todo sus oscuras reuniones con el hoy detenido senador Bernardo Ñoño Elías y Eleuberto Martorelli, quien fuera presidente de Odebrecht en Colombia.
Andrade es un corrupto
Es evidente que Andrade es un corrupto, así haya logrado que algunos medios de comunicación se tragaran el cuento de su transparencia por el simple hecho de ser primo de Luis Alberto Moreno y haber sido asociado y directivo de la firma de consultoría McKinsey.
Su proceder en la estructuración y asignación a todas luces irregular del otro sí con el que Odebrecht se quedó con $900 mil millones de pesos para construir la carretera entre los municipios de Ocaña y Gamarra, no fue en absoluto diáfano y fue evidente que él, siguiendo instrucciones de la exministra Cecilia Álvarez, hizo todo lo que estuvo a su alcance para favorecer ilegalmente a Odebrecht, empresa que se ha sabido llenó las alforjas de muchísimos funcionarios y las cuentas de la campaña de Santos para poderse quedar con esa importante obra de infraestructura.
¿Habló o no habló con Riveira?
A lo largo de la investigación, Luis Fernando Andrade ha mostrado una faceta desconocida de su personalidad: ser un mentiroso compulsivo.
El tiempo se ha encargado de poner en evidencia todas y cada una de sus mentiras y contradicciones, las cuales fueron ventiladas en la juiciosa exposición que hizo la fiscalía durante las largas jornadas de imputación de cargos en su contra.
Algo que debe dilucidarse en esta investigación es si el señor Enrique Riveira Bornacelli, quien durante la campaña reeleccionista fungió como tesorero de Santos, subordinado de Roberto Prieto, llamó a Andrade para urgirle la firma del otro sí.
Existen evidencias suficientes de que esa llamada en efecto se produjo, razón por la que el señor Riveira debe ser llevado ante la justicia, pues además de ser “esposo” de uno de los hermanos de Gina Parody –Manuel-, era la persona encargada de recoger dinero en la candidatura de Santos y ya se ha establecido que de ese contrato entraron ríos de dinero para facilitar la victoria del presidente de la República que, además, le pagó el favor a Riveira designándolo como su secretario privado.
Sigue Cecilia Álvarez
Una vez Andrade sea llevado a la cárcel La Picota –patio de funcionarios públicos-, la suerte de la exministra Cecilia Álvarez estará echada y no se descarta que en los próximos días sea llamada a una nueva diligencia ante la justicia, la cual no le quedará fácil dilatar como hizo con la primera. El expediente contra la exfuncionaria estrella de Santos en la fiscalía general de la nación es cada vez más grueso y contundente.
Cae la estantería
Gracias al compromiso decidido de la fiscalía por investigar y llevar ante los jueces de la República a los protagonistas de los peores actos de corrupción, la estantería del moribundo, ilegítimo e impopular gobierno de Juan Manuel Santos, amenaza con venirse al piso.
Sus principales electores, los senadores Bernardo Elías y Musa Besaile, están tras las rejas y es posible que igual suerte corran otros legisladores del partido de La U que le han sido leales, como es el caso de Armando Benedetti Villaneda, quien la semana pasada fue denunciado ante la sala penal de la corte suprema de justicia, por su presunta participación en múltiples delitos y crímenes. El denunciante es una persona sobre la que no hay tacha ninguna: el prestigioso abogado, Jaime Lombana Villalba.
Publicado: octubre 23 de 2017