El juicio contra Pretelt es, sin duda, el más importante de la historia reciente. No existen pruebas en su contra.
El gran juicio
Por primera vez en nuestra historia, un exmagistrado de la corte constitucional es juzgado por la corte suprema de Justicia. Se trata de Jorge Pretelt Chaljub, quien es acusado por haber cobrado un supuesto soborno para favorecer una acción de tutela.
El caso de Pretelt, que despertó la atención de todo el país, está rodeado de múltiples irregularidades y tiene un insoslayable tinte político.
Montealegre y Perdomo tras bambalinas
Los cuestionados Eduardo Montealegre y Jorge Fernando Perdomo, desde la fiscalía general de la nación, movieron sus hilos para erigir el montaje de que fue objeto el exmagistrado Pretelt.
Toda la investigación está sustentada en el testimonio contradictorio y claramente inducido de una abogado corrupto: Víctor Pacheco, a quien evidentemente libretearon desde la fiscalía general de la nación.
La animadversión de los exfiscales Montealegre y Perdomo hacia Pretelt es evidente. Llegaron al extremo inaceptable de abrirle una investigación a la esposa del togado, señalándola de haber incurrido en terrible delito de despojo de tierras. Luego de dos años, la propia fiscalía tuvo que archivar dicho proceso, pues era claro que la señora no había cometido el crimen que le endilgaban los perseguidores que otrora tuvieron el control del ente acusatorio.
No hay pruebas
A pesar de que a lo largo del proceso contra Pretelt se pudo establecer que no hay una sola prueba que indique siquiera tangencialmente que él solicitó el soborno del que tanto se ha hablado, el congreso de la República, mayoritariamente santista, se prestó para la farsa, adelantando un antejuicio político amañado y tramposo que concluyó en la separación de Pretelt de la corte Constitucional de Colombia.
A hoy, no hay prueba de absolutamente nada. No existe evidencia de que el dinero haya ingresado a alguna cuenta del exmagistrado. Así mismo, se pudo establecer que la reunión en la que supuestamente él solicitó el soborno, nunca tuvo lugar, pues el día que el testigo alega que le fue exigido el dinero, Pretelt se encontraba ofreciendo un almuerzo al que asistieron más de 100 personas.
Un desafío para la corte suprema
Este juicio contra Jorge Ignacio Pretelt, se constituye en un desafío profesional de singularísima relevancia para los magistrados de la corte suprema. Es cierto que la justicia debe castigar ejemplarmente a los corruptos y más ahora, cuando se ha develado el alcance nauseabundo que alcanzó a tener el denominado cartel de la toga.
Pero no es menos cierto que la justicia debe obrar con rigor y apego al acerbo probatorio. Por satisfacer a la galería, no se puede acusar ni mucho menos condenar a una persona inocente y contra quien no pesa prueba alguna, tal y como se ha establecido.
Lo cierto es que el de Jorge Pretelt es, sin duda alguna, uno de los juicios más importantes y trascendentales de la historia reciente de Colombia.
Publicado: octubre 20 de 2017