Los ciudadanos tienen el derecho de increpar y grabar a todos los funcionarios corruptos que ayudaron a saquear a Colombia.
Libertad de expresión
Una de las principales conquistas del hombre, es precisamente, la libertad que le asiste para expresar sus ideas y, cuando corresponda, exteriorizar, ejerciendo su derecho a la protesta, sus frustraciones y descontentos.
Gracias a la masificación de las redes sociales, una persona puede hacer que un mensaje se extienda por todos los rincones del planeta en cuestión de segundos.
Señalar a los criminales
Ante la impunidad, los ciudadanos han desarrollado estrategias para visibilizar y evidenciar a quienes han cometido toda suerte de delitos.
Muchos venezolanos que han salido de su país, huyendo de los desmanes de la dictadura, se han dado a la tarea de identificar a funcionarios del chavismo cuando salen al exterior para enrostrarles sus crímenes y abusos.
Cuando la justicia no actúa, buena es la sanción social.
Gina Parody y Cecilia Álvarez, unas cínicas
Como lo han informado LOS IRREVERENTES, las exministras estrella del santismo, Cecilia Álvarez y Gina Parody son unas cínicas que durante meses enteros se burlaron de la justicia colombiana, desconociendo alevosamente los llamados que la fiscalía les hizo para efectos de que dieran sus explicaciones en relación con el monumental escándalo que se generó por cuenta de la construcción de la carretera entre los municipios de Ocaña y Gamarra, obra que le fue asignada ilegalmente a la empresa Odebrecht, compañía que se ha descubierto desembolsó decenas de miles de millones de pesos en sobornos para quedarse con aquel contrato.
Tan pronto estalló el escándalo, Parody y Álvarez salieron despavoridas del país para atender unos cursos en la universidad de Columbia. Era evidente que el verdadero motivo del viaje era, precisamente, hacerle el quite a la investigación y evadir el escrutinio ciudadano.
No son personas comunes y corrientes
Cecilia Álvarez y Gina Parody no son dos ciudadanas más. Se trata de mujeres que tuvieron un poder muy significativo en el gobierno de Santos. El presidente, que las ha calificado como “impolutas”, delegó en ellas la ejecución de las políticas más importantes de su administración: la educación y la infraestructura.
Hace un año y medio, muchos sectores santistas daban por descontado que Gina Parody sería la candidata presidencial de la unidad nacional. No eran pocos los que estaban seguros de que ella iba a ser la ungida por Juan Manuel Santos para que corriera en 2018 como la candidata continuista de su gobierno.
Debían ponerle la cara a la justicia
Todos los ciudadanos, en principio, deben ponerle la cara a la justicia, salvo de que se trate de una evidente persecución con fines políticos. Las doctoras Álvarez y Parody no pueden alegar persecución. El de Odebrecht es un caso de corrupción continental, que ha llevado a la cárcel a importantes dirigentes políticos; el vicepresidente ecuatoriano, fue capturado la semana pasada y contra el expresidente de Perú, Alejandro Toledo, se emitió una orden de captura internacional.
Todo el mundo tiene derecho a increparlas
Mientras la justicia toma decisiones de fondo, los ciudadanos tienen todo el derecho de exigir y demandar que las personas señaladas de corrupción respondan y den sus explicaciones, tal y como sucedió con el colombiano que en la ciudad de Nueva York le preguntó respetuosamente a Gina Parody por qué se había negado a atender las citaciones de la justicia.
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Resulta que periodistas beneficiarios de este gobierno, ahora se quejan por el legítimo reclamo de ese ciudadano, apelando a falacias ad-hominem –descalificar un argumento por la condición de la persona que lo enarbola-. Esos comunicadores, en vez de ayudar a los corruptos, deberían cerrar filas en contra de ellos.
Ese es el periodismo que hace agua, razón por la que cada vez son más los colombianos que no ocultan su desprecio por ese tipo de prácticas de encubrimiento disfrazado de “reportería”.
Que se siga haciendo
Nuestro país necesita, precisamente, que muchos ciudadanos cuando tengan oportunidad de hacerlo, increpen respetuosa pero vehementemente a todos los funcionarios corruptos, que durante el gobierno de Santos permitieron que las arcas de Colombia fueran saqueadas furiosamente.
Publicado: octubre 10 de 2017