F.W Nietzsche fue uno de los filósofos más relevantes del siglo XIX siendo de los primeros pensadores que realizó una crítica a la forma de vida que se llevaba en occidente en la época en la cual vivió. Tuvo la osadía, Nietzsche, de plantear en ese momento de la historia donde todo estaba pasando y nada pasaba para generar un status quo donde todo era válido sobre las actitudes morales que debería tener el ser humano frente a la vida y Dios, tanto positivas, como negativas. Cuando vino el periodo conocido como el secularismo, meditó sobre la famosa frase: Dios ha muerto.
Parodiando a Nietzsche, podríamos decir que la España, esa España que conocimos ha muerto por obra y desgracia del sinsentido catalán. Del nihilismo catalán.
No solamente, España como la conocimos ha muerto, sino que la civilización occidental también se encuentra ante un periodo de auto destrucción masiva por cuenta del secularismo reinante del siglo XXI. La sociedad del siglo XXI decidió vivir sin lo más importante que plantea el mismo Nietzsche que es la vida y Dios como ente rectores de de la sociedad misma. Por eso, estamos como estamos.
Lo que está sucediendo en España y, especialmente, en Cataluña con sus afanes independentistas es una muestra de ello. Los catalanes que dicen aborrecer a España decidieron vivir en el nihilismo que plantea Nietzsche, es decir en la segunda fase del ser humano donde después de destruir a la vida, y a Dios, y a España, se destruye todo lo que se encuentra a su alrededor.
Tanto va el cántaro hasta que se rompe. Los catalanes han pasado a un escenario donde les importa un pito.
Comenzaron con el tema del aborto. Luego, vino el tema del consumo de drogas. Cataluña fue la primera provincia autónoma que decidió prohibir los toros, una costumbre tan española como lo puede ser las ferias y fiestas decembrinas en Colombia.
La semana posterior al referendo catalán vimos como esos progresistas nihilistas decidieron acabar con todo lo que significaba el sentimiento español. Rompieron banderas españolas. No contentos con ello, los provocadores pro- independistas lograron su objetivo. Provocar a la guardia civil nacional para que quedara grabada en la retina de las redes sociales la supuesta brutalidad de las fuerzas del orden.
No, nos olvidemos que antes de ello lo que se conoce como Cataluña ha vivido y presenciado un proceso de deterioro de la calidad de vida de sus habitantes donde todo es permitido. Donde se les niegan a los españoles de verdad vivir como españoles.
No respetan el himno español que más que un himno es una fanfarria. Desde el mismo Piquet hasta los mismos jugadores del Barcelona, pasando por la misma prensa española que le da juego a los ánimos progresistas catalanes.
Es decir el marxismo cultural en su máxima expresión. O, el nihilismo que plantea Nietzsche. Acabemos con todo con tal de alcanzar su objetivo.
¿Habrán pensado los catalanes en las consecuencias de su independencia? ¿Con quien jugará el Barca cuando Cataluña se independice? Cosa, tan estúpida.
Como tampoco han pensado en su futuro económico. Cataluña depende de España para sobrevivir y de Francia. El 90% de sus exportaciones son intracomunitarias. ¿De qué vivirán los catalanes? ¿De las exportaciones a Marruecos o Egipto?
Se comenta que detrás de este movimiento independentista catalán se encuentran los grandes capitales de las principales familias de Barcelona los cuales se encuentran “escondidos” en Andorra. La prisa que le habría entrado al gobierno catalán sería que el 1 de enero del 2018 se levantaría el secreto bancario para reportar todos los datos fiscales a los gobiernos de países de la U.E. Según la Vanguardia, en los últimos meses han ingresado a bancos suizos más de 33.000 millones de Euros con el fin de apoyar la causa catalana.
Habrán pensado los catalanes, si es que piensan, sobre las consecuencias de que empresas como Coca Cola Company, Gas Natural Fenosa, La Caixa, anunciaron que debido a la inseguridad política prefieren trasladar sus cedes principales a Madrid o a Valencia.
¿España ha muerto? Tal vez, en este capítulo de la obra, no. Pero, los incidentes registrados en Cataluña si pueden convertirse en el comienzo de la división y el odio hacia todo lo que significan y representan los valores españoles tales como los conocimos.
Como diría Nietzsche: la vida y Dios están por encima de todo.
¿Será que España estará por encima del absurdo nihilismo catalán?
Puntilla: Bajo el gobierno de JMS, los generales ya no llevan los cuatro soles en su uniforme, llevan cuatro palomas de la paz.
Publicado: octubre 10 de 2017