Todo pensó el presidente Juan Manuel Santos y los miembros de su gobierno, menos que el acuerdo de paz se les iba a complicar justo en el momento de la implementación.
Pensaron que el apoyo de los colombianos al proceso de paz era perenne y sin cuestionamientos, y aprovecharon esa circunstancia no real, para hacer y deshacer a su antojo con las Farc en la negociación.
Hoy se cuestionan porqué un sector importante de quienes apoyaron con toda fuerza el proceso están insatisfechos con lo que va de implementación. Nunca pensaron que el gobierno apoyado por un congreso sometido y unas Fuerzas Armadas débiles, por el irrespeto a que han sido sometidas durante esta administración, sería capaz de mentir y engañarlos como hasta ahora lo han hecho.
¿Cuáles son esos puntos que tienen a colombianos decepcionados y alertas sobre lo que va pasando con el Acuerdo de Paz? Mencionaré los más importantes porque cambiarían el rumbo del país si permitimos que sigan adelante.
Comencemos por las disidencias. Las Farc negociaron el Acuerdo como una organización monolítica, es decir, con una sola cabeza y con un cuerpo que seguía las órdenes de esa cabeza. Pues no es así, aparecieron las disidencias prácticamente el día que firmaron. Esas disidencias hoy, secuestran, emboscan, asesinan soldados, siembran cultivos ilícitos, siguen en el negocio del narcotráfico y extorsionan.
Además, cubren a las Farc cuando aparecen caletas o dinero. Simplemente les pertenecen y la cabeza de las Farc nada puede hacer porque esas estructuras se salieron y no hacen parte de la organización. Llama la atención la pasividad y aceptación del gobierno a una situación que claramente no puede ser aceptada en la implementación. Es claro que se dividieron para seguir delinquiendo. No contentos con esto, se unen a las Bacrim para cometer toda suerte de delitos de lesa humanidad.
Otro tema que tiene muy disgustados a los colombianos, incluyendo a el Consejo Gremial, a congresistas que apoyaron el proceso de paz y aprobaron todo lo que el gobierno les dijo, es el hecho que cabecillas podrán ir al Congreso sin haber pasado por la Justicia Especial para la Paz. ¡El colmo! O sea, que Colombia, violando todas las normas internacionales y nuestra constitución, permite que autores de los peores delitos atroces, sean congresistas sin pasar por la justicia.
Este hecho tiene muy desconcertado inclusive a organismos internacionales que apoyaron toda la negociación. No se concibe en ninguna cabeza que no se cumpla lo pactado en los acuerdos, o ¿es que en esto también nos engañaron?
Lo mejor de todo es que hoy, candidatos a la Presidencia, que pertenecieron al gobierno, que estuvieron en las negociaciones, cuestionan puntos del acuerdo, como lo comentado anteriormente. No aceptan que los narco guerrilleros vayan al congreso sin pasar por la JEP. Les pregunto, ¿por qué no lo dijeron antes?
¿Pretenden ir cambiando a medida que se dan cuenta que no estamos de acuerdo con eso? ¿Es cómo realmente los engañaron mientras hicieron parte del gobierno y públicamente salían a defender lo acordado entre Farc y Gobierno? ¿Por qué se acomodan a las circunstancias y no tienen el valor de mantenerse en lo que han defendido o al revés, porqué defendieron algo que no les convence? ¿Por el hecho de quedarse en el gobierno y disfrutar las mieles del poder como son el presupuesto, la contratación, la visibilidad?
Muy difícil votar por quienes presentan este tipo de comportamientos. Se puede cambiar de opinión pero no de principios. Por lo menos a mi, me generan desconfianza quienes bailan al son que les toquen dejando abandonado el rumbo de Colombia.
P.D. Me faltó por mencionar, el desorden de las zonas veredales, las 30 emisoras, la relación con la Unidad Nacional de Protección, los niños reclutados que no han devuelto…en fin. O corregimos o nos lleva el que nos trajo, dicen en mi tierra.
Publicado: octubre 25 de 2017