Hace más de dos años, el entonces Alcalde Mayor de Bogotá, Gustavo Petro, me denunció por injuria y calumnia tras unas afirmaciones que hice a través de mi cuenta de Twitter: “En la Bogotá humana de @petrogustavo estamos ante un fenómeno de corrupción de proporciones similares a las del carrusel de Samuel Moreno” y “La corrupción de la alcaldía de @gustavopetro se está comiendo a Bogotá 51% de la contratación en el distrito es a dedo, según Contraloría”. Trinos que, a juicio del exalcalde y su abogado, vulneran su derecho a la honra y el buen nombre.
La semana pasada se llevó a cabo, sin éxito, la audiencia de conciliación en la Corte Suprema de Justicia. Me sostuve en mis afirmaciones, en la medida en que ellas obedecen a mi función congresional de ejercer control político sobre las actuaciones de las autoridades. Comprendo la molestia que le causa, al hoy candidato presidencial, ser cuestionado, pero es mi obligación velar por el buen manejo de los recursos públicos y por la transparencia de la administración pública.
Mis denuncias estan sustentadas en investigaciones e informes de los organismos de control, los cuales dan cuenta de los malos manejos durante la Bogotá Humana de Gustavo Petro. Lejos de ser un “matoneo” contra el Doctor Petro, son hechos que tiene la obligación de aclarar, que corresponden a la verdad y que son objeto de investigación por parte de las autoridades.
Estos son algunos de los trinos que, a criterio del ex guerrillero, lesionan sus derechos:
“En la Bogotá humana de @petrogustavo se roban los recursos de los bogotanos. Ahora contratos por 100 millones a chaman acusado de violación.” Afirmé en la red social, mientras el diario El Espectador publicaba, el 4 de septiembre de 2015, que el Chamán acusado de violación era contratista del distrito.
“51% del presupuesto de Bogotá se va en contratación directa, a dedo.” Triné. Según un pronunciamiento de la Contraloría Distrital, publicado el 9 de marzo de 2016 en la Revista Semana, el 96% de la contratación en la administración Petro, fue directa, sin licitación. La Contraloría encontró hallazgos fiscales y posibles falsedades documentales en la contratación directa de las localidades.
En otra oportunidad, denuncié la compra de 100 motos electricas por un valor de $4.300 millones de pesos, a través de un contrato sin el pleno de requisitos. Razón por la cual la Contraloría abrió un juicio de responsabilidad fiscal contra Petro, al considerar que se evadió la licitación y se pagó un sobre costo de $ 1.671.259.500 en la adquisición de las motos, de acuerdo a los precios del mercado. Adicionalmente, según el organo de control, las motos no cumplían las funciones para las que fueron adquiridas y que en menos de tres años, 93 de las 100 motos, estaban arrumadas y fuera de servicio.
El 9 de junio de 2015, El Espectador, informó que el Contralor Distrital había suspendido del cargo al Gerente de Metrovivienda, Nicolás Corso, por 16 procesos en su contra, superiores a $50.000.000.000 de pesos. Ante lo cual afirmé: “Corrupción en adm @petrogustavo, Contralor suspende a gerente de metro vivienda, procesos de responsabilidad fiscal ascienden a 50.000.000 millones.”.
Finalmente solicité investigar a Gustavo Petro, y demás miembros de Junta de la EEB, por haber recomprado, en 880 millones de dolares, las acciones de TGI que habian sido vendidas por su copartidario y amigo, Samuel Moreno, por apenas 440 millones de dolares tres años atrás.
Corresponde a la justicia determinar si mi conducta es apegada o no a la ley, y respetaré su decisión. Pero Petro se equivoca si cree que esta por encima de ella y que no debe explicaciones a los bogotanos, yo no dejaré de exigirlas hasta que conozcamos a fondo qué pasó con la plata de los bogotanos durante su administración.
Publicado: septiembre 15 de 2017