Jaime Bayly, en su programa de la semana pasada realizó una sátira con respecto a los ejercicios militares convocados por el régimen de Nicolás Maduro con el fin de contrarrestar una posible intervención militar del gobierno de Donald Trump en Venezuela. Con un humor negro, el mejor de todos los humores, Bayly desnudó los ejercicios militares convocados por Maduro y su banda.
Al igual que el imperio romano decadente, Maduro y su gente le ofrece pan y circo al pueblo mientras que su población no tiene nada que comer.
Al ver la sátira de Bayly me preguntaba: ¡Por Dios! ¿Hasta dónde llega a perderse la dignidad del ser humano? Vea al padrino López lo gordo que está, vea esa pobre gente como habla, vean a ese capitán de las gloriosas fuerzas armadas bolivarianas cargando un fusil, vean la presencia de un capitán cuidando un puente.
(Ver Entrevista a Alejandro Ordoñez)
Todo lo que está sucediendo en Venezuela de verdad, que raya en lo absurdo. Del sin sentido común.
Cuando veía la parodia de lo absurdo en el programa de Bayly me acordé de George Orwell y su monumental obra La Rebelión de La Granja, previa escritura a 1984.
Orwell con una imaginación infinita describe el cómo sería el gobierno totalitario comunista bajo la era de Stalin, primero, luego de Lenin.
“-Camaradas: os habéis enterado ya del extraño sueño que tuve anoche. Pero de eso hablaré luego. Primero tengo que decir otra cosa. Yo no creo, camaradas, que esté muchos meses más con vosotros y antes de morir estimo mi deber transmitirles la sabiduría que he adquirido. He vivido muchos años, dispuse de bastante tiempo para meditar mientras he estado a solas en mi pocilga y creo poder afirmar que entiendo el sentido de la vida en este mundo, tan bien como cualquier otro animal viviente. Es respecto a esto de lo que deseo hablaros.”
Así, comienza la obra de Orwell. En su preámbulo, Orwell plantea que ningún animal es feliz sobre la faz de la tierra. Los animales viven explotados por el hombre. Los animales deben rebelarse contra la explotación.
Lenin a su vez, tiene una de esas frases que identifican el carácter comunista del individuo una vez alcanza el poder:
Los comunistas deben vivir la revolución, comerla, respirarla, socializarla, deben mentir, engañar y hasta asesinar, no importa que se trate de la madre, Lenin, 1883.
Estamos en el 2016 y el cuento del comunismo sigue siendo el mismo. Cambian los tiempos, cambian los personajes, pero las estrategias siguen siendo las mismas.
Maduro y su banda aplica a la perfección la frase de Lenin. Durante más de dos décadas, Venezuela se transformó en una Nación, gracias a Chávez, que vivió la revolución socialista bolivariana, la masticó, la comió, la respiró, la socializó, mintieron, engañaron, asesinaron, no importó si era la mama.
La transformación sufrida por el bravo pueblo venezolano bajo el Chávez, primero, ahora de Maduro y su banda, es la de una sociedad que era alegre, trabajadora, buena vida, a una sociedad basada en el odio de clases asesinando hasta la madre, de ser posible. Más de 150 jóvenes asesinados durante las revueltas desde enero del presente año. A nadie le importa. Ni al Papa Francisco.
Estamos en el 2016 y todavía hay quienes creen que el sistema comunista es la solución a todos los males de la tierra. Hay que reconocer que los comunistas son perseverantes en sus objetivos.
El comunismo de Lenin y Stalin generó pobreza una vez llegaron al poder después de la revolución de los soviets. Generó pobreza durante guerra fría. Generó pobreza en Cuba, Nicaragua, Bolivia, Argentina, Brasil, Chile. En Venezuela, ni se diga. Generó pobreza en la zona de distención del Caguan. Genera pobreza en todas las regiones donde están los grupos del ELN y las Farc operando.
El comunismo como modelo económico termina acabando con la dignidad del ser humano. El espejo de la Venezuela de Maduro más que evidente, pero los colombianos no lo quieren ver.
Mientras tanto, en el congreso de las Farc realizado en el centro de convenciones Jiménez de Quesada, con los recursos económicos de los colombianos, el señor Timochenko nos notifica que para ellos el modelo económico que desean implementar es el de Cuba y Venezuela que tanta riqueza ha generado a sus habitantes.
Los colombianos estamos advertidos. De tanto tentar al diablo la serpiente quedó más viva que nunca con todo su veneno. Y, con plata. Y, mucha. Y, una vez en el poder como lo anuncia Iván Márquez no habrá poder humano….
Puntilla: Al ver la romería de gentes en la Catedral Primada motivo Virgen de Chiquinquirá, Colombia es un pueblo creyente, de fe, de principios, de valores, contrario a lo que nos quiere vender el marxismo cultural.
Publicado: septiembre 5 de 2017