Resulta preocupante ver como los terroristas de las Farc fueron capaces de llenar la Plaza de Bolívar. Su poder de convocatoria y el evento realizado el 1 de septiembre deja en evidencia la amenaza que representan.
El viernes tuve la oportunidad de ir al centro de la ciudad y por curiosidad me acerqué a la Plaza de Bolívar. A primera vista fue impactante la cantidad de gente que asistía a ese lugar y la organización del mismo.
¿Cuánto costó el evento y de dónde salió la plata para organizarlo? Fue una de las varias preguntas que me platee ese día. Otra de las cuestiones que me generó curiosidad fue el hecho de ver mucha seguridad y por eso razón me acerqué a hablar con uno de los muchos policías que se encontraban en la zona. Le pregunté acerca del evento y de la cantidad de gente que asistía y justo en ese momento me expuso que “le parecía increíble que tuvieran que cuidar a aquellas personas que los mataban”. Algo que me puso a reflexionar en torno a lo que significaba ese acontecimiento en particular.
Al analizar los videos que las propias Farc subieron a sus redes sociales sobre el evento en cuestió fue lamentable observar la manera como se le rendía tributo al terrorista Timochenko. Pareciera que muchos olvidan lo que ese genocida representa y que el hecho de haber votado de determinada manera en el plebiscito no significa rendirles tributo. Es un insulto para las victimas ver como aquellos que les han causado tanto daño, ahora sean consideradas como una especie de “estrellas de cine”.
En conclusión es lamentable ver como nuestro país tiene una corta memoria. De la inmensa mayoría de colombianos que queremos nuestro país depende que estos terroristas millonarios nunca lleguen al poder y conviertan a Colombia en una segunda Cuba.
Publicado: septiembre 7 de 2017