Un juez, luego de 14 meses de proceso, decidió conceder la extradición del exministro Arias, condenado por el caso AIS.
En horas de la mañana del pasado 25 de agosto de 2016, el exministro de Agricultura Andrés Felipe Arias, condenado a más de 17 años de prisión en Colombia por el escándalo de agro ingreso seguro, fue capturado en su casa ubicada en la ciudad de Weston, pocos kilómetros al norte de Miami, en la Florida.
La justicia norteamericana ordenó su arresto para darle cumplimiento a una solicitud de extradición emitida por la corte suprema de justicia de Colombia, tribunal que julio en 2014 profirió una sentencia condenatoria en contra suya.
Arias estuvo detenido en la cárcel federal ubicada en el centro de Miami, hasta noviembre del año pasado, cuando el juez que lleva su caso accedió a conceder la libertad bajo fianza, ordenando que el exfuncionario portara un brazalete electrónico mientras se resolvía finalmente la solicitud de extradición.
Fue un proceso largo, en el que la fiscalía del distrito sur de Florida –en representación del Estado colombiano- presentó argumentos para conceder la extradición. El alegato central del fiscal giró alrededor principio de reciprocidad. En criterio suyo, Colombia permanentemente autoriza el envío hacia los Estados Unidos de todo tipo de delincuentes, razón por la que Arias, que fue condenado por la más alta corte de nuestro país, debe ser entregado para efectos de que cumpla su deuda con la justicia.
Por su parte, la defensa del exministro se jugó una carta muy audaz: alegar la inexistencia del tratado de extradición entre Colombia y los Estados Unidos. Luego de un profundo intercambio de criterios, el juez de la causa, John O’Sulivan a comienzos de este año desechó el alegato de los abogados de Arias y determinó que el tratado sí se encuentra vigente.
Desde que viajó a los Estados Unidos, Arias ha alegado ser un perseguido político del gobierno de Juan Manuel Santos. Con aquel argumento, presentó una muy completa solicitud de asilo, la cual no ha sido respondida por las autoridades migratorias, precisamente porque en el camino surgió el pleito de la extradición.
Luego de 14 meses, el juicio llegó a su fin. El juez le dio la razón la fiscalía, al considerar que, en efecto, la solicitud de extradición sí es procedente, poniéndole punto final a este asunto. Así las cosas, queda despejado el camino para que Arias sea enviado en cualquier momento a Colombia, para cumplir la condena de 17 años y medio que le espera. Esta extradición, además de ser un golpe demoledor contra el exfuncionario, se constituye en un revés para el Centro Democrático, pues un sector de esa colectividad hasta el último minuto ejerció presión política para impedir que Arias fuera extraditado.
De acuerdo con la norma que rige el proceso de extradición en los Estados Unidos –U.S.C § 3184-, una vez el juez falla a favor de la misma, el expediente pasa al departamento de Estado, entidad que le corresponde manejar la parte administrativa, para coordinar con el Estado requirente, en este caso Colombia, la fecha y el mecanismo para la entrega de la persona solicitada. Mientras se cumple la entrega de Arias a las autoridades colombianas, el exfuncionario permanecerá privado de la libertad en una cárcel en la ciudad de Miami.
Publicado: septiembre 28 de 2017