Urge que la fiscalía general investigue el papel del exgobernador Libardo López para desentrañar el tinglado de corrupción en Córdoba.
En medio de todo el escándalo de la corrupción política en Córdoba y de los engavetamientos de los procesos por la denominada parapolítica por cuenta de la mano negra del corrupto exfiscal Luis Gustavo Moreno, surge un cabo suelto en el escándalo que aún no ha sido investigado por la justicia colombiana: el papel de la familia López Cabrales en la entrega de la salud de ese departamento al jefe de las autodefensas, Salvatore Mancuso.
En el auto de acusación proferido hace unos días por la corte suprema de justicia en el proceso que se adelanta contra la exsenadora Zulema Jattin Corrales, el magistrado ponente, Eyder Patiño, retoma un hecho que resulta de trascendental importancia: los acuerdos entre la clase política cordobesa y Mancuso, durante la campaña para la elección del gobernador de aquel departamento en el año 2003.
En el expediente queda comprobado que los dirigentes políticos de Córdoba estaban divididos en dos bandos. A un lado, estaban los integrantes del denominado “sindicato”, integrado por Julio Manzur, Zulema Jattin, Eleonora Pineda, Miguel de la Espriella y Reginaldo Montes –todos ellos, han sido procesados por parapolítica y algunos resultaron condenados-. El otro sector en pugna estaba liderado por el exsenador Juan Manuel López –condenado-, su hermano Libardo López y Musa Besaile.
Cada fracción política tenía su propio candidato a la gobernación. El “sindicato” promovía a Juan Carlos Aldana y la llave López-Besaile, impulsaba la candidatura de Libardo López.
En declaración rendida por Salvatore Mancuso ante la corte suprema de justicia el 15 de mayo de 2015, el hoy extraditado excomandante de las autodefensas dijo: “¿Con quiénes se hicieron alianzas en Córdoba? Se hicieron alianzas con Julio Manzur, Zulema Jattin, Reginaldo Montes, Musa Besaile, Salomón Nader, Juancho López [en referencia al exsenador Juan Manuel López], Libardo López y Jesús María López”.
Ante la confrontación electoral, los miembros del “sindicato” buscaron a Mancuso con el fin de que él le diera su apoyo al candidato Aldana. Mancuso respondió que su interés era el de ganar, sin importarle en cabeza de quién fuera y que la condición era la de que le dieran, por lo menos, la secretaría de salud.
Aquella versión fue confirmada por la excongresista Eleonora Pineda, quien en declaración ante la corte suprema el día 14 de noviembre de 2007 confesó que Mancuso aseguró que “el que gane me tiene que dar dos secretarías de despacho”.
Las elecciones se llevaron a cabo el 26 de octubre de 2003. Libardo López Cabrales, avalado por el partido liberal, obtuvo 224.191 votos y su único rival, Juan Carlos Aldana Aldana, del movimiento Apertura Liberal, sacó 200.558 votos.
De acuerdo con las certificaciones oficiales, el gobernador Libardo López designó a Manuel Troncoso como Secretario de Desarrollo de la Salud, el 7 de mayo de 2004.
Manuel Troncoso, que es cuñado de Salvatore Mancuso, estuvo en ese cargo hasta el 27 de diciembre de 2007, cumpliéndose así la exigencia hecha por quien fuera el máximo comandante de la AUC en el departamento de Córdoba.
Lo llamativo de este entramado es que todos los protagonistas de esta red de corrupción fueron llevados ante la justicia, menos el más importante: el señor Libardo López quien, al fin y al cabo fue la persona que le entregó el manejo de la salud a las autodefensas, por imposición directa de Salvatore Mancuso Gómez.
El poder de Juan Manuel López, a pesar de los hechos, permanece intacto. Él salió del senado, pero le endosó su curul a su esposa Arleth Casado quien mantiene una de las votaciones más altas del país. En 2010, sacó 134.083 votos, con los que se consolidó como la principal electoral del partido liberal y en 2014, renovó su condición de senadora gracias a los 63.517 votos que fueron depositado en las urnas a favor suyo.
En momentos en que la fiscalía general de la nación está investigando a fondo la corrupción política en Córdoba, bien vale la pena que se retome el caso del clan de los López, particularmente el del exgobernador Libardo López Cabrales quien es considerado por muchos como el arquitecto de la debacle que hoy se vive en ese departamento.
Publicado: septiembre 7 de 2017