“Acaban de anunciar que se va a presentar un inventario de los valores monetarios y no monetarios en su poder (las Farc), con el propósito de reparar las víctimas. Es un gran anuncio, es una muy buena noticia para Colombia, pero en especial es una buena noticia para las víctimas. Esto muestra que estamos cumpliendo los acuerdos, que todo va a operar de acuerdo a lo previsto, que los acuerdos se van a cumplir y además, muestra también, que nunca le hemos mentido a Colombia, siempre dijimos que habría reparación material y esta es la demostración de que la habrá. Creo que de esta manera se resuelve el punto que muchos colombianos esperaban y que se había convertido, probablemente, en el más delicado de la negociación”. De la Calle, invitando a votar Sí al plebiscito que perdieron y desconocieron.
Efectivamente ese fue “un gran anuncio”, como todos los que hicieron para seducirnos con el tal: Acuerdo Final… Porque fue a punta de avisos grandilocuentes, aunque mentirosos, como consiguieron meter al país en el más grande y peligroso embuste de la historia nacional.
Con el “inventario de los valores monetarios y no monetarios”, sucedió lo mismo que con la desmovilización, entrega de armas y devolución de los niños.
¿Cuántos narcoterroristas eran en total? Ni idea. ¿Cuántos se desmovilizaron? ¡Vaya usted a saber! Y ¿los milicianos? ¿Por qué nadie los mienta? ¿Cuántos guerrilleros que ahora llaman disidencias se quedaron como brazo armado y encargados de los lucrativos negocios de la extorsión, narcotráfico, minería ilegal, etc.? ¿Por qué no se nos advirtió que este era un acuerdo parcial?
Y ¿el desarme? Registro de armas por ninguna parte, contradicciones en las cifras de armas recaudadas, muchas. Solamente vimos un par de contenedores con unos cuantos “changones”. Del armamento pesado y de largo alcance, como los misiles tierra aire que se están encontrando ahora en caletas no reportadas, ni una sola palabra.
¿Niños? Tan solo devolvieron un puñado.
Y ahora nos salen con que el inventario de bienes está compuesto por una sarta de cachivaches usados: traperos, exprimidores de naranjas, etc. Además, cabezas de ganado, tierras, vehículos, etc., bienes todos sin matrícula y en su mayoría, en poder de los famosos “disidentes”.
Señor de La Calle, como responsable directo de ese esperpento que llaman Proceso de Paz ¿se atreve usted a repetir que lo visto hasta ahora es muestra de que se están cumpliendo los acuerdos, de que todo está operando conforme a lo previsto, que va a haber una reparación material por parte de las FARC, y que nunca le han mentido a Colombia?
Con la grotesca declaración de bienes los criminales no solamente se burlan de las víctimas y de todos los colombianos, sino que vuelven a incumplir, por tanto, pierden los beneficios que aporta la JEP y deberán pasar inmediatamente a la justicia ordinaria.
Y si después de saldar sus cuentas aún les quedan ganas de hacer política, que vayan buscando quien los financie, porque no seremos los colombianos quienes con nuestro trabajo carguemos con esas sabandijas, para que por esa vía se tomen el país.
¡Basta ya de tanta vagabundería! Hay que sacarlos del amparo de impunidad donde se guarecen, para que respondan por sus crímenes.
¡A la justicia ordinaria!
P.S. Motivo descanso, me ausentaré por unos días.
Publicado: septiembre 4 de 2017