A las puertas del Centro Democrático, llegaron a golpear mercaderes electorales de Santander, no creo que hayan llegado a pedir afiliación ni que estén afiliados. Se trata de Óscar Villamizar Meneses, exsecretario General de Richard Aguilar en la Gobernación de Santander, hijo de Alirio Villamizar Afanador, condenado por el carrusel de las Notarías y miembro de una familia que fue cuestionada por el mal uso de un subsidio de Agro Ingreso Seguro, Óscar fue candidato a la Cámara de Representantes en las pasadas elecciones por Opción Ciudadana en formula con Doris Vega, actual Senadora esposa del Tuerto Gil. De esa contienda, existe una deuda que los Villamizar garantizaron con la hipoteca de un bien inmueble a Fabian Méndez, último gerente de la cuestionada Sol Salud y posible testaferro de Gil. Hoy están embargados. Igualmente reposan abiertos en la Fiscalía General de la Nación, dos investigaciones en contra del señor Oscar Villamizar, una por los contratos irregulares que firmaba durante la gobernación de su amigo Richard Aguilar.
Edwin Ballesteros Archila, excandidato a la cámara de representantes por el Partido también del Tuerto Gil y exasesor de Richard Aguilar, exgerente de una empresa de servicios públicos creada por Richard Aguilar para manejar desde allí, todos los recursos de saneamiento básico y de agua potable provenientes de la Nación los propios provenientes del Departamento y sus municipios, de tal manera que consolidaron una gran bolsa económica, la cual era contratada a dedo por Ballesteros, quien siendo una persona de economía muy modesta, saltó de un momento a otro, a tener un nivel de vida social alto, propietario de una lujosa casa en un exclusivo sector de Bucaramanga, y carros de alta gama. Edwin Ballesteros tiene varias investigaciones abiertas y muy graves en etapa probatoria instaurados por la Alcaldía de Vélez entre otros. Ver Alianzas y engaños al interior del Centro Democrático en Santander .
Carlos Fernando Sánchez es una persona que irrumpió en el escenario público de la mano de Hugo Aguilar, con la ejecución del Proyecto Parque Nacional del Chicamocha Panachi, de donde se retiró para ser el candidato a la gobernación de Hugo Aguilar en el 2015. Los cuestionamientos de Sánchez Aguirre surgieron tras la dejación del cargo de gerente de Panachi y una vez se posesionó el nuevo gobernador Didier Tavera, gobierno que acusa a Carlos Fernando Sánchez de haber manejado los dineros de Panachi sin criterios de contabilidad pública y bajo un esquema de negocio privado. La relación entre Hugo Aguilar y Carlos Fernando Sánchez, no pasa por el mejor momento por cuenta de un proceso ejecutivo que le adelanta uno de los concuñados de Hugo Aguilar por una deuda de 1.300 millones de pesos, correspondientes a recursos destinados a la campaña, ver Las bendecidas del convicto Hugo Aguilar. Aunque Carlo Fernando no quiso tener vuelo propio en campaña, hoy quiere aparentar que lo tiene y plantear su aspiración al senado, dándole fuerza a las aspiraciones de Edwin Ballesteros y Óscar Villamizar, sin embargo, en círculos políticos, se dice que Carlos Fernando está siendo utilizado como gancho ciego para posicionar las candidaturas de cámara y servir de enlace con el ex presidente Uribe para que los avalen. Cierto o no, en los mismos círculos políticos de Bucaramanga, se habla de un personaje que, tras ocultarse en la figura del ex procurador y candidato presidencial Alejandro Ordoñez Maldonado, estaría trabajando en la búsqueda de los avales para Villamizar y Ballesteros a cambio del pago de una prima de éxito y que, en su gestión, ha tocado a las puertas del senador José Obdulio Gaviria y del propio exvicepresidente Francisco Santos.
Uno de los parámetros de argumentación en los que soportan las candidaturas de Villamizar y Ballesteros es: “que las elecciones son con votos”, sin importar que estas personas en el plebiscito hayan promovido el voto por el SI, entrando a su vez en una contradicción porque ahora promueven una coalición del NO, bajo el engaño de que el Centro Democrático logrará dos curules, siendo que lo único que irán hacer, es a espantar a los demás candidatos que entienden que estos dos personajes llegan a competir por la única curul que hoy tiene el Centro Democrático sin importarles la ideología o el crecimiento y desarrollo del partido. En Santander hay un importante número de ciudadanos simpatizantes del expresidente Álvaro Uribe Vélez, quienes, siendo sus seguidores, están rumbo a convertirse en militantes del Centro Democrático en estos momentos en que las condiciones políticas están determinadas por la necesidad que los ciudadanos definan militancia. Sin embargo, existe un ambiente oscilante, entre la ilusión por encontrar un partido que realmente encarne una filosofía y desarrolle una doctrina, o la frustración por el riesgo de ver convertido al Centro Democrático en Santander, en uno más de los partidos que franquician sus avales, sólo con el propósito de estructurar unos feudos electorales que determinen la posibilidad de participar en las decisiones de poder, más no, el desarrollo y consolidación de un proyecto político alrededor a unas ideas.
Los partidos de garaje se han caracterizado y se diferencian de los partidos con práctica política e ideario político, porque mientras los segundos buscan, de entre su militancia los candidatos a representarlos en los cargos de elección y corporaciones públicas, los primeros, de garaje, están a la expectativa de que ciudadanos sin partido y sin identidad política, los busquen para ponerse su camiseta a cambio de entregarles el aval, para que con él, ingresen en la competencia del mercado de corrupción electoral, de libre oferta y demanda de votos, en otras palabras, compren votos y se hagan elegir para que una vez elegidos, trabajen en torno a su interés individual y beneficien al partido de garaje con lo que el Estado le transfiere del fondo de financiación de partidos, por cada una de las curules que logren en las corporaciones públicas sin importar las varias tendencias ideológicas que tengan cada uno de sus miembros en esas corporaciones.
No quiero pecar de subjetiva pero formo parte del sector que tiene ilusiones y que cree que el Centro Democrático es la alternativa política en Santander y como mujer, víctima directa del conflicto armado, que he denunciado la corrupción y a los corruptos con nombre propio desde este portal y ante los entes de control, me niego a pasar la línea y a agrandar el número de ciudadanos frustrados al ver materializadas las intenciones de quienes quieren convertir al partido en un escampadero, o más grave aún, en una organización de garaje. Con la ilusión de estar en la lista para convocar a los ciudadanos que me han ofrecido su respaldo para cambiar las cosas, renunciaría a la posibilidad de estar en ella si me correspondiera competir con los votos pagos de la tula que creció con la explotación de una notaría y con la otra tula que ocasionó una emergencia ambiental por el saqueo de los dineros de los acueductos y alcantarillados que no se hicieron en Santander o de las coimas por el otorgamiento de licencias para rellenos sanitarios en medio de la Ciénaga de San Silvestre.
Presidente Uribe, usted tiene la palabra.
Publicado: agosto 9 de 2017
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