Es evidente que con los contratos asignados a Odebrecht, Cecilia Álvarez favoreció a la familia de su pareja, Gina Parody.
Luego de varios meses de investigación y ante la contundencia de las evidencias que pesan en contra de ellas, la fiscalía general de la nación tomó la valiente decisión de citar a entrevista a las poderosas e influyentes exministras del santismo, las doctoras Gina Parody y Cecilia Álvarez, señaladas en el escándalo de corrupción de Odebrecht.
Al decir popular, la justicia cojea pero llega. Resultaba inaceptable que esas dos funcionarias no hubieran sido convocadas por la justicia para que dieran las explicaciones sobre su evidente conflicto de intereses en la aprobación de los documentos oficiales que le dieron vía libre a la construcción de la cuestionada carretera que une a los municipios de Ocaña con Gamarra.
Es de público conocimiento que Parody y Álvarez tienen una sociedad conyugal de hecho, al ser pareja sentimental permanente desde hace cerca de 10 años. De hecho, públicamente han hablado de ese vínculo, al extremo de haber anunciado que buscan la manera para adoptar un hijo. Aquello, que es del resorte de su vida privada, resulta fundamental para desenmarañar el escándalo de corrupción más grande que se ha registrado en nuestro país en los últimos años.
La doctora Cecilia Álvarez fue nombrada por Juan Manuel Santos como ministra de Transporte en septiembre de 2012, luego de que su antecesor, Miguel Peñaloza, renunciara en medio de un escándalo de corrupción.
Cuatro meses después de haberse posesionado en el cargo, la doctora Álvarez presentó ante el consejo de ministros un documento declarándose impedida “para conocer y decidir sobre todos los asuntos relacionados con las sociedades portuarias regionales de Cartagena y Buenaventura”. En dichas compañías, la familia de su pareja, Gina Parody, posee una importante participación accionaria.
Los hechos posteriores a aquella acción que en efecto fue una pantomima, demuestran que la exministra Álvarez, cuyo impedimento le fue aceptado a través del decreto 0120 del 31 de enero de 2013, sí conoció y sí intervino en decisiones que favorecían las empresas de la familia de Gina Parody, como es el caso de la carretera entre Ocaña y Gamarra.
Uno de los argumentos con los que el ministerio de Transporte justificó la necesidad de construir esa carretera es que con ella se estimulaba el desarrollo de puertos fluviales sobre el río Magdalena.
Se ha establecido que la familia Parody, a través de la sociedad portuaria de Cartagena, es socia del puerto Andalucía, megaobra que se está construyendo en Gamarra, a 3.5 kilómetros del punto donde culmina el trazado de la carretera en cuestión.
Así mismo, obra en el expediente una declaración a los medios de comunicación de la exministra de Transporte, Cecilia Álvarez en la que anuncia que ella liderará la elaboración y aprobación de los documentos Conpes y Confis, para efectos de la adjudicación de un contrato por $1.2 billones de pesos para la recuperación de la navegabilidad del río Magdalena, precisamente entre Gamarra y Cartagena, adjudicación con la que claramente se favorecen los Parody. (Le recomendamos leer “Carretera al puerto”)
La exministra Gina Parody también incurrió en conflicto de intereses por haber participado en una reunión del consejo de ministros que tuvo lugar el 2 de octubre de 2014 en la que se expuso, analizó, discutió y aprobó un documento Conpes que contiene una “declaración de importancia estratégica del corredor Ocaña-Agua Clara-Gamarra”. Cuando tuvo lugar esa reunión del gabinete de Santos, Cecilia Álvarez llevaba mucho más de un año impedida para participar en cualquier discusión que beneficiaria a la familia de su pareja. Sin embargo, se quedó y votó a favor del documento en cuestión
Gina Parody, sabiendo que su padres y sus hermanos se favorecían directamente con la decisión que estaba adoptando el gobierno en pleno, no le advirtió nada a sus colegas de gabinete y también votó a favor de la aprobación del documento.
Era urgente que la justicia tomara decisiones frente a las dos exfuncionarias. Si bien es cierto que la entrevista que tendrán que atender en los próximos días no significa que ellas estén vinculadas formalmente a la investigación, también lo es que aquella diligencia es, indefectiblemente, el paso previo para una imputación de cargos.
En momentos en los que los funcionarios que participaron activamente en el entramado de corrupción para favorecer a Odebrecht están siendo conducidos al banquillo de los acusados, no será fácil que la doctora Cecilia Álvarez, que era la ministra de Transporte y quien le daba instrucciones a la agencia nacional de infraestructura logre explicar lo inexplicable y es la manera absurda, desproporcionada y a todas luces ilegal como se adjudicó la obra a favor de Odebrecht, empresa que, como se ha develado, hizo rodar decenas de miles de millones de pesos para sobornar a funcionarios y políticos con el fin de que éstos ayudaran a que el contrato llegara a feliz término. Y una de las grandes beneficiadas de aquel negociado es la familia de su pareja permanente, doña Gina Parody.
Publicaciones anteriores
LOS IRREVERENTES fue el medio que puso en conocimiento público la existencia del puerto de la familia Parody en el municipio de Gamarra y el favorecimiento que por ende se le hizo a ellos a través de la cuestionada carretera. Sobre esta historia, el portal ha hecho múltiples publicaciones. Le recomendamos leer algunas de ellas:
La maniobra de Cecilia Álvarez
Las pruebas contra Cecilia Álvarez
Publicado: agosto 14 de 2017