Un viejo refrán dice: “cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar”. Los colombianos observamos con tremendo asombro y profundo dolor la calamidad que padecen nuestros vecinos venezolanos como consecuencia de la dictadura narco-comunista que los oprime, pero la verdad es que nosotros no estamos muy lejos de tener las barbas ante la cuchilla.
A mediados del siglo pasado Cuba era una isla de antología, tenía los mejores hoteles de la región, contaba con excelentes medios de producción y su economía era envidiada hasta por algunos países de Europa, pero los excesos de Fulgencio Batista eran cada vez más perjudiciales para la salud de la isla y esto sirvió de impulso para que los Estados Unidos brindaran su apoyo a los hermanos Castro, que juraban ante todos no ser comunistas.
Muy poco pasó desde cuando Ernesto “El Che Guevara” junto con Fidel y Raul Castro, descendieron de la Sierra Maestra hasta cuando se quitaron la careta y se mostraran ante el mundo como los totalitarias desalmados que hasta el día de hoy siguen siendo. El comunismo en Cuba no fue la excepción, como tampoco lo será en cualquier parte del mundo, llegó y se adhirió como una bomba lapa y ha causado los mismos efectos, sangre, llanto, muerte y dolor.
Cuba era la niña bonita de la Unión Soviética, tenía el privilegio de ser decisiva en el equilibrio mundial, así se notó cuando en octubre del 62 los comunistas amenazaron a los estadounidenses ubicando a muy poca distancia de sus costas unos misiles que amenazaban con encender de nuevo una guerra despiadada. La reciprocidad de la Unión Soviética con los tiranos Castros era muy bien pagada, sólo así podían mantenerse en el poder viviendo como reyes, mientras pauperizaban cada vez más al pueblo cubano.
El comunismo es insostenible y está destinado al fracaso, por ello con la disolución de la Unión Soviética y la caída del muro de Berlín los auspicios a dictaduras como la cubana se fueron al traste, pero para fortuna de los Castro y desgracia del pueblo cubano Fidel ya tenía una nueva vaca lechera; Hugo Chávez llegó al poder y entre tantos devaneos no tardó en decantarse por sumarse al proyecto maligno del Foro de Sao Pablo, que no es otra cosa que la receta comunista con la que se han arruinado a los pueblos de América.
Cuando les advirtieron a los venezolanos que estaban recorriendo el mismo camino que los venezolanos, sobraron las carcajadas, los incrédulos y hasta los que trataron de locos a los que veían venir esa situación, hoy que esta profecía está cumplida no hay tiempo para lamentaciones y mucho menos para una tonta repetición de errores. Dicen por ahí que nunca un pueblo más advertido sobre su futuro como el colombiano, en nuestro país han querido caricaturizar y volver jocosa la advertencia obvia de lo que puede resultar si no enderezamos el rumbo.
¿Se han puesto a pensar cuál es el sistema que quieren implantar los terroristas de las Farc? ¡Si señores! el mismo comunismo que implantaron en Cuba y Venezuela para arruinar a esas dos naciones. Es incomprensible que algunos olvidadizos de ocasión hoy quieran omitir que fue por influjo de los Castro que las Farc se formaron en nuestro país o que fue Chávez quien albergó a los cabecillas de las Farc en territorio venezolano. ¿Han escuchado alguna vez que las Farc digan que postran su afición por el comunismo? ¡Nunca! por el contrario, siempre que tienen oportunidad reafirman que su propósito es implantar un sistema como el que hoy existe en Venezuela para Colombia.
Después de estas cortas reflexiones es necesario que hagamos un alto en el camino y meditemos hacia dónde va Colombia, se aproximan unas elecciones legislativas y presidenciales, debemos vernos en el espejo venezolano y examinar cuáles de los aspirantes a los cargos de elección popular han alzado su voz de protesta y cuales han guardado silencio complice con la tiranía de los Castro, Chávez y Maduro. Caso aparte es el del presidente Juan Manuel Santos que apoyó a la dictadura de Chávez y Maduro hasta cuando pudo sacarles aprovecho y hoy cuando los ve derrotados, como buen traicionero que es, no duda en darles una estocada más.
Qué hasta Nicolas Maduro le diga a Santos que es un traidor deja mucho que pensar.
Publicado: agosto 2 de 2017