Cañaveral es una parte urbana del Área Metropolitana de Bucaramanga con el más alto y mejor desarrollo urbanístico en el municipio de Floridablanca. Es un sector que cuenta con tres grandes centros comerciales integrados, un complejo de servicios de salud y el más alto índice de desarrollo de propiedad horizontal habitacional. Por esta razón demanda buena parte de la atención del gobierno municipal y de la participación de los demás entes oficiales, y pese a que antes había avanzado un tanto, sólo la actual administración local dirigida por un equipo de jóvenes, con el alcalde más joven del país a la cabeza, Héctor Guillermo Mantilla Rueda, han focalizado esta zona como una de las más importantes para la entidad territorial.
El municipio de Floridablanca, soportó durante las anteriores administraciones toda una serie de escándalos por cuenta de desacertadas decisiones que llevaron a sus alcaldes a ser sancionados por los entes de control. Como herencia dejaron obras inconclusas, realizadas sin criterios de planeación. Ejemplo de ellas, está el elefante blanco de cuatro pisos y 12 mil millones de pesos que denominaron “La universidad del pueblo” y que quedó abandonada, a merced de la maleza y el deterioro ambiental. Mantilla Rueda decidió rescatarla y tras un convenio con la Universidad Industrial de Santander –UIS- con recursos de la Alcaldía y la Gobernación, adecuarla y dotarla para que sea entregada próximamente a la oferta universitaria de la región.
Ese legado de anteriores administraciones, incluyó un conflicto jurídico de un lote de 14 hectáreas destinado a la solución de vivienda para 700 familias en cuyo avance el municipio estableció compromisos contractuales con cerca de la mitad de ellas, pero debido a una controversia jurídica el proyecto fracasó y posteriormente la Corte Constitucional por decisión de tutela, ordenó atender a 54 de esas familias. Situación de la que una vez posesionado Mantilla profirió un decreto vinculando a cada una de las dependencias para atender en lo de sus competencias la tutela. La semana anterior un juez municipal, permeado por la politiquería que ronda al parque de la ciudad, decidió ir más allá de los alcances del fallo de tutela y sin considerar, ni medir la sostenibilidad fiscal, manifestó en una locuaz providencia, que el fallo estaba desatendido, pretendiendo arrestar al alcalde, sin embargo el superior le desestimó con vehemencia su temeraria acción judicial.
He ahí, la importancia que cobra Cañaveral. Floridablanca es un municipio de contrastes. Las viejas prácticas que se niegan a renunciar y desaparecer, deambulan por el parque central y por el entorno de los juzgados municipales. La modernidad y el modernismo se ven por Cañaveral. Mantilla Rueda sí entendió que Floridablanca es Cañaveral y que la prioridad es la seguridad. Con nuevas cámaras de seguridad fijas y el establecimiento de dos CAI móviles, con personal uniformado en motocicleta, una zona de wifi abierta en el parque La Pera y la proyección de un parque innovador de paneles solares, el reparcheo de sus calles y jornadas de embellecimiento, la zona de Cañaveral confirma que es importante para Floridablanca.
Y claro, que otra de las herencias que recibió Héctor Mantilla, el alcalde que a sus 22 años derrotó un entramado de politiquería, y que también impacta a Cañaveral, es el contrato de “fotomultas” celebrado por una administración anterior, un 28 de diciembre, cuando ya se iba, de regalo de inocentes.
Publicado: agosto 22 de 2017