En la administración departamental de Serpa (2008-2011), específicamente en el marco del Plan Departamental de Aguas – PDA, el municipio de Vélez, junto a su empresa de servicios públicos Emprevel, presentó en mayo de 2011 el proyecto “Optimización del acueducto urbano y rural del municipio de Vélez, departamento de Santander”, por valor de $6.375 millones.
Para ese entonces, la gobernación tenía contratada una consultoría con el Acueducto Metropolitano de Bucaramanga – AMB para que asesorara a los municipios en el necesario tránsito de los proyectos y la viabilización ante Ventanilla Única del Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial MAVDT.
Según se puede constatar en el archivo digital de la página web de la Gobernación de Santander, este proyecto, originalmente presentado y diseñado por el Municipio, Emprevel y sus contratistas-diseñadores, pasó por el filtro del Acueducto de Bucaramanga y posteriormente por los ministerios de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Social, -por la lupa de todos- en Julio 15 de 2011, y obtuvo la viabilidad por parte de la viceministra de Agua y Saneamiento, Claudia Patricia Mora Pineda y su equipo. Con base en esta viabilidad, el 19 de Julio de 2011 el Comité Directivo del Plan Departamental de Aguas, da la orden al gestor (para la época la Secretaría de Transporte e Infraestructura del departamento) de proceder con la contratación respectiva.
Se realizaron los procesos licitatorio INF-OBR-11-020 para la obra (Desde el 12 de Agosto hasta 4 de Noviembre) y el concurso de méritos INF-CON-11-055 para la interventoría (Desde el 23 de Agosto hasta 25 de Octubre). Dejé subrayadas las palabras porque no fue adjudicada a dedo como verán lo que ocurrió más adelante en estas líneas. Posteriormente, se firma: El contrato de obra 2003 del 10 de noviembre de 2011 con Consorcio Vasca, por $5.514´019.016,22 y el contrato de interventoría 2125 del 25 de noviembre de 2011 con Civing Ingenieros Contratistas, por $413´227.496. Lo anterior, para un total de $5.927´246.512,22 contratados por la administración Serpa, para 8 meses de ejecución programados.
Los mencionados contratos, con acta de inicio de Diciembre 12 de 2011, son posteriormente suspendidos en Diciembre 20 por dificultades en la vía de acceso al proyecto. Solo a 11 días de que el nuevo gobernador tomara posesión del cargo.
Entre 2012 y 2015, ya en la administración de Richard Aguilar, tanto la Secretaría de Infraestructura, como la ESANT posteriormente, empresa creada a dedo de la cual me he referido en múltiples ocasiones desde este portal, se tomaron 4 años para la ejecución del proyecto y lo entregaron en diciembre de 2015. Durante las pruebas de llenado, en marzo de 2016, colapsó el muro de la represa.
Y entonces aquí me surgen algunos interrogantes: ¿Tienen conciencia los entes de control de que lo viabilizado en 2011 no fue lo que se terminó construyendo? ¿Por qué si los diseños iniciales contenían un muro recto (masivo) y se terminó construyendo uno curvo? ¿Se pretendía ahorrar en materiales? ¿Por qué la obra se terminó demorando seis veces lo proyectado? ¿Por qué la obra terminó costando 3 mil millones de pesos más a su valor inicial? ¿Los drásticos cambios realizados a los diseños en 2011 fueron aprobados por el ministerios de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Social? ¿Por qué si los diseños originales no incluían la impermeabilización del vaso, la ESANT terminó contratando y construyendo? ¿Fue a dedo esa adjudicación? ¿Ayudarían los trabajos de impermeabilización a desestabilizar el muro?
Estoy segura que el concepto técnico de la UIS y la Sociedad Santandereana de Ingenieros serán concluyentes frente a las causas de la falla en el muro de la represa, pero existen elementos procedimentales que las autoridades deben tener en cuenta para determinar responsabilidades sobre el hecho.
Afortunadamente, como lo contó Vanguardia Liberal en estos días, ya se compulsaron copias a la Procuraduría y Fiscalía y el señor Edwin Ballesteros deberá responder como gerente de la ESANT durante el gobierno de Richard Aguilar, lo cierto es, que la mancillada comunidad de Vélez Santander, esta aguantando sed por culpa de manos inescrupulosas que por sacar tajada, no miden los buenos materiales ni la supervisión de su represa… A ver si en la casa de ellos, contratan a un plomero y le pagan una millonada, y lo dejan hacer el trabajo en el tiempo que desee el sujeto. Pero como la plata no es de ellos, que se haga fiesta y chupen los Veleños que pa eso tienen bocadillos para que bajen el amargo de la represa con su dulce, y líquido de «ojo de agua» o de «Peña miona» otras de las fuentes que abastecieron de agua a Vélez en tiempos de la colonia y con las que godos y liberales jugaron a las promesas, satisfechas por Serpa con el contrato de la batanera, pero rotas por Richard y su gomelo.
Publicado: agosto 23 de 2017