Definitivamente, cada día nos damos más cuenta de lo pusilánimes que somos los colombianos. Nos dejamos hacer de todo, no levantamos la voz, nos cansamos por marchar tres horas, en fin, tal vez nos merecemos lo que nos pasa.
El bravo pueblo de Venezuela nos ha dado sopa y seco en cuanto a carácter y defensa de su país. Salieron a la calle durante más de 120 días y el régimen mató a más de 130 personas durante las marchas que hicieron para rescatar a su país del Socialismo del Siglo XXI.
Podría enumerar muchísimos hechos en los cuales los colombianos nos hemos quedado callados ante hechos gravísimos para nuestra democracia, advirtiendo que esto nos puede costar nuestro país. En esta ocasión me voy a dedicar solamente a hechos concernientes al acuerdo con las Farc durante los dos últimos años.
Dentro del marco de los acuerdos ha habido mentiras e incumplimientos de lado y lado lo que refleja lo débiles y mal hechos que quedaron. Uno de los principales puntos del acuerdo era que durante el proceso de diálogo no podían ir a hacer proselitismo en centros urbanos y mucho menos hacerlo armados, pues a las Farc no les importó y fueron al municipio de Conejo en la Guajira, montaron tarima, fueron armados, hicieron discursos etc. Tristemente el gobierno no dijo nada, pero nosotros como población civil tampoco.
Las mentiras del gobierno frente a los acuerdos son escalofriantes. Nos aseguraron que no habría impunidad, que los guerrilleros que habían cometido crímenes de lesa humanidad irían a la cárcel, que iban a entregar a los menores de edad que tienen en sus filas, que iban a entregar todas las armas y nada de esto ha pasado. Nos hemos aguantado las mentiras y no hacemos nada, ¿que nos pasa?
El robo flagrante del plebiscito hubiera dado en otros países para una revuelta popular, toma de calles y vandalismo. Acá no pasó nada, dejamos que manosearan la democracia y que se pasaran por la faja una votación. Increíble.
Lo último que ha pasado dentro de este novelón fue el listado de bienes que entregó las Farc para reparar a las víctimas. Lo que entregaron es una vergüenza y una falta de respeto con los colombianos. Con esto claramente están incumpliendo los acuerdos y, según lo firmado, los responsables tendrían que salir de ser juzgados por la JEP y pasar a la justicia ordinaria. No creo que haya un solo colombiano que piense que esto vaya a pasar, nos acostumbramos a que nos digan mentiras y a que nos incumplan a cambio de nada.
En fin, parecemos hipnotizados por el régimen. Pareciera que nos hubieran quitado la voluntad, tema muy grave ad portas de unas elecciones cruciales para el futuro de nuestro país. Despertemos y luchemos así sea con votos contra el régimen.
Hoy más que nunca, creo que el gobierno Santos no sería capaz de acabar el proceso de paz por ningún motivo. No hay dignidad.
Publicado: agosto 28 de 2017