Daniel Araujo Campo: Transfuguismo

Daniel Araujo Campo: Transfuguismo

La senadora del Partido de La U, Sandra Villadiego, anunció una propuesta para habilitar el transfuguismo para las siguientes elecciones legislativas. La medida que permitiría a senadores y representantes cambiar de partido político para el cuatrienio que comienza en 2018, tendría como gran perjudicado, precisamente, al Partido de La U de donde emana la iniciativa, y como gran destinatario, paradójicamente, al Centro Democrático.

La Senadora Villadiego argumenta que con la propuesta se pretende fortalecer a los grandes partidos invitando a las bancadas de los partidos más pequeños a que se sumen a las más grandes. Hay que advertir que el argumento podrá servir como excusa, pero no como razón. Permitir el trasfuguismo hoy, es desconocer la razón por la cual se prohibió en un principio: que esta práctica hace daño y es nefasta para los partidos.  Es tan probable que ocurra lo que la Senadora plantea como que ocurra lo contrario, máxime si consideramos que los parlamentarios tendrán que tomar la decisión sobre el partido que les avalará en las siguientes elecciones, antes de tener una idea clara sobre quién va a ganar las próximas presidenciales.

La cuestión de los partidos políticos en Colombia es en verdad apasionante. Tal y como existen hoy la gran mayoría de los partidos no pueden justificar su existencia sobre las ideologías que defienden. Si la idea no es fácil de digerir, basta recordar, por ejemplo, que fue una Senadora del Partido Liberal, la que propuso que se hiciera un referendo para defender la noción tradicional de la familia.  Fortalecer los partidos es menester, sobre todo si nos referimos a la necesidad de robustecer sus posiciones frente a la diversidad de temas que describen nuestra coyuntura. Pero habilitar el trasfuguismo no es una solución a la ligereza programática e ideológica de los partidos.

Ahora bien, el Centro Democrático se presenta como el potencial usufructuario en el evento de que se habilite la posibilidad de la migración partidaria. Después de todo, fue éste el partido que tomó las banderas que la U abandonó, las de las tesis del Uribismo, y que logró lo que La U no pudo: consolidarse como partido. Puede que, a pesar de haber nacido bajo la figura de un caudillo, el Centro Democrático sea hoy el único partido de centro o de derecha que tiene tesis claras y una idea visible del país que propone. El único que existe como partido, ideológicamente.  Tiene a su favor que su papel como opositor de un gobierno repudiado le fortalece de cara a las elecciones del año próximo. Parece ser un lugar de destino soñado para la mayoría de los potenciales desertores de la U. También así lo sería para los conservadores que lograron mantener su distancia con el gobierno en los últimos 8 años.

Lo cierto es que el partido de La U, – la U de Uribe- nació como un movimiento para respaldar la figura y las tesis del expresidente. Hoy, con un mandatario impopular que ha dedicado los 7 años que lleva en la Casa de Nariño, a contradecir esas tesis y sin un líder que asuma las banderas del gobierno, tan manchadas por el repudio al presidente, es comprensible que la idea del trasfuguismo provenga de ese partido que ha perdido su norte, su identidad, y que se ve así mismo como un náufrago de cara a las siguientes elecciones.

@daraujo644

Publicado: julio 8 de 2017