Mientras el fogoso ministro de Hacienda Mauricio Cárdenas sostiene en el programa radial de Vicky Dávila de la W Radio con un cinismo y un despotismo infinito que “la economía en Colombia no está mal, sino que la estamos mejorando”; el mismo día de esa brillante declaración me subí a un Transmilenio por la autopista norte hacia las 18.00 horas.
Les quiero contar, someramente, que en una de las estaciones, Virrey, ingresó un grupo de jóvenes venezolanos a quienes les estalló el comunismo en sus manos.
Con el clásico estoicismo que nos embarga cuando nos subimos al Transmilenio a las 18.00 horas entre empujones, gritos, algarabía, insultos; pusimos atención al joven. Mientras hablaba, me acordé de la frase de Fredy Mercury: the things you have to do for money…
Y, a ese joven venezolano le estalló el comunismo en sus manos. Comienza diciendo, que: “como todos sabemos, la situación de Venezuela es crítica, no hay alimentos, no hay medicinas y muchos jóvenes como yo tenemos que emigrar del país para buscar un trabajo acá en Colombia, en Bogotá, ciudad que nos acoge con gran solidaridad”.
Me nace la primera pregunta: ¿Cómo todos sabemos? De verdad: ¿Los colombianos sabemos lo que está sucediendo en Venezuela?
Porque si lo supiéramos, el Congreso de la República no estaría actuando como firmón notarial de turno del gobierno de JMS. El último acto de esta opereta: aprobar las 16 curules directas para los miembros de las Farc a partir del 2018 es una muestra de ello.
Si los colombianos supiéramos de verdad lo que está pasando en Venezuela, los miembros del Congreso de la República no hubieran desconocido el resultado del plebiscito del 2 de octubre donde el NO ganó. Ese día, el pueblo dijo no pero al Congreso de la República le importó cinco.
A los colombianos, nos estallará el comunismo en nuestras manos.
Ante la primera afirmación del joven venezolano la respuesta es NO. Los colombianos no saben o no quieren saber lo que está sucediendo en Venezuela con el agravante que nos están llevando a la misma situación de la calle sin salida como en la que se encuentra el bravo pueblo que no logra vencer al yugo.
“Por lo tanto, mis queridos amigos colombianos, elijan bien para que no tengan que vivir lo que estamos viviendo millones de jóvenes que no tenemos oportunidades de trabajo en nuestro país y en Colombia no podemos trabajar porque la Cancillería no nos quiere dar visa”…
Esa, frase, elijan bien, sí que me llegó.
¿Cuántas veces los colombianos hemos elegido mal? Cuántas veces hemos sido complacientes con los gobiernos que nos llevaron a las crisis más profundas de gobernabilidad como la del elefante con monseñor Rubiano, cuando había monseñores con carácter.
Más recientemente, se encuentra Petro Gustavo para la alcaldía de Bogotá. Los bogotanos sabían que era nefasto para la capital y, sin embargo, la rancia aristocracia bogotana, como decía Hugo Chávez, prefirió elegirlo en vez de Juan Lozano con los resultados conocidos por todos.
Los bogotanos ya sabemos algo de comunismo y, sin embargo, queremos que nos estalle en nuestras manos otra vez.
Si existe un ejemplo de elegir mal, es el que todos los colombianos cometimos con JMS. Digamos que para el primer periodo, 2010 – 2014, vaya y venga que hubiéramos caído en la ingenuidad.
Lo que sí es inaudito es que los colombianos hubieran cometido el mismo error para el periodo 2014 – 2018 a sabiendas de lo que nos estaba pasando, y nos iba a pasar. Los rancios oligarcas colombianos prefirieron elegir a un JMS quien ya había demostrado con creces sus capacidades traicioneras y destructivas.
JMS, como buen socialista de la tercera vía, abonó el camino para la destrucción de la democracia colombiana. Ahora, los señores de las Farc tienen el camino sembrado para llegar al poder. Y, nos está estallando el comunismo en nuestras manos. Y, no nos queremos dar cuenta. Y, una vez en el poder a partir del 2018 no tendremos reversa. Una vez en el poder, no será por joder como dice Iván Márquez.
Colombianos: elegir bien será la tarea del 2018 para no caer en la trampa de las Farc. De caer en esa trampa, las Farc le pondrán un cepo a nuestra democracia; eso sí no será por joder. Si no ganamos las elecciones del 2018 nos estallará el comunismo en nuestras manos.
Puntilla: Mientras tanto, una auditoría al Club Militar arrojó un faltante de más de $16.300 millones, ¿cómo pretendemos sostener nuestra democracia?
Publicado: agosto 1 de 2017