Es una equivocación que el CD elija al candidato presidencial en una consulta donde puedan votar militantes de otros partidos.
¿Convención en el CD?
Distintos congresistas y dirigentes del uribismo están convencidos de que el partido del presidente Uribe debe adoptar cuanto antes un mecanismo que no genere mayores fricciones para efectos de seleccionar a su candidato presidencial.
Desde que se ha confirmado que Oscar Iván Zuluaga definitivamente no presentará su nombre, como consecuencia de las dificultades que tiene en el consejo nacional electoral por cuenta de las irregularidades en la financiación de su campaña de 2014, en la que Odebrecht pagó una multimillonaria suma de dinero para sufragar los honorarios del controvertido publicista brasilero, Eduardo Duda Mendonça, no son pocos los dirigentes uribistas que consideran que no es mala idea hacer una convención para designar al candidato.
“La convención era desequilibrada si Zuluaga presenta su nombre, porque el grueso de convencionistas son cuotas o fichas políticas suyas. Sin él en la carrera, habrá igualdad de condiciones para los precandidatos”, le aseguró un veterano uribista a este portal.
Encuestas
Otro mecanismo que está siendo valorado es el de las encuestas realizadas en diferentes regiones del país. Aquel mecanismo es el que más resistencia despierta, pues mide el nivel de conocimiento del nombre de los precandidatos y no su verdadera capacidad política.
Cuestionamientos a la consulta popular
La consulta popular abierta, despierta muchas suspicacias y desconfianzas, máximo si esta no coincide con consultas de los demás partidos, para evitar que electores que no son militantes del Centro Democrático “contaminen” el resultado.
Para los partidos rivales del Centro Democrático, lo mejor que les podría suceder es que el partido del presidente Uribe presente en 2018 a una persona fácil de derrotar. Realizar una consulta popular abierta, significa abrir la puerta para que electores de La U, Cambio Radical, el partido Liberal, se vuelquen a las urnas a votar por el precandidato “menos elegible” del CD.
El candidato uribista debe ser elegido por los uribistas
La base uribista no está dispuesta a que manos externas intervengan en la designación del candidato presidencial. Desafortunadamente, el partido no tiene una organización sólida en materia de militantes con su respectivo carné, para plantear una consulta popular cerrada en la que solamente puedan participar militantes de la colectividad.
Dificultades para elegir candidato único del NO
La única forma para que la coalición que se integró para hacer campaña por el NO en el plebiscito del 2 de octubre del año pasado pueda llegar con candidato único a la primera vuelta, es a través de una consulta interpartidista en la que compitan el candidato del CD, el exprocurador Ordóñez y los demás dirigentes que surjan en el camino.
En teoría, aquella propuesta parece sencilla, pero ponerla en práctica resultará muy complejo. ¿Querrá el Centro Democrático someterse al desgaste de hacerse contar dos veces antes de llegar a la primera vuelta?
Este es el panorama. Si el CD toma la equivocada decisión de elegir a su candidato en consulta abierta, ésta deberá adelantarse en octubre. Para ello, el uribismo tiene que hacer una campaña nacional. Luego, en marzo de 2018 tendría lugar la consulta interpartidista. Ahí, el partido estaría obligado a hacer una segunda campaña. Y la tercera campaña tendría lugar en junio, cuando será la primera vuelta.
Política y económicamente, aquello sería absurdo. El partido del presidente Uribe debe concentrarse en ganar respaldos ciudadanos para triunfar en las elecciones y no en someterse a procedimientos desgastantes, onerosos que en poco o nada ayudan al propósito de ganar la presidencia en 2018.
Publicado: julio 26 de 2017