En este año que le queda al gobierno de Santos, el saqueo de las arcas públicas será aún más desbordado.
El saqueo
A pesar de que el de Juan Manuel Santos ha sido, sin duda alguna el gobierno más corrupto de Colombia, el saqueo que se verá en este último año que le queda en el poder será verdaderamente escalofriante.
El anuncio de que reacomodará su gabinete ministerial faltando escasos 12 meses para el fin de su mandato, es el preludio de una transacción politiquera en la que los partidos de la denominada unidad nacional se convertirán en aves de rapiña para pelearse lo poco que queda en las arcas, luego de 7 años de derroche y malos manejos de las finanzas públicas.
El precio que habrá de pagarse
Se acercan las elecciones de Congreso y los parlamentarios que hasta ahora han venido acompañando a Santos empiezan a hacer cuentas y saben que no podrán iniciar una campaña cargando sobre sus hombros el monumental desprestigio del presidente de la República, razón por la que muchos de ellos han empezado a desmarcarse de la coalición.
Los que se queden al lado del presidente, lo harán pero a un precio muy alto y ello se verá reflejado en los nombramientos que empezarán a hacerse a lo largo de los próximos días.
Ley de transfuguismo
Es tan grande la preocupación de los políticos que durante 7 años acompañaron a Santos, que están explorando la manera de aprobar una ley express para habilitar el transfuguismo y con ello abrir la puerta para que el grueso de los congresistas que votaron disciplinadamente todas las leyes relacionadas con la implementación del acuerdo ilegal entre Santos y la banda terrorista de las Farc, puedan buscar pista en el Centro Democrático.
Lo cierto es que no será fácil que esa norma pueda ser incorporada en el tiempo que resta para las inscripciones y elecciones de Congreso, que serán en marzo del año entrante.
Que asuman las consecuencias
Aquellos que durante todo este tiempo, pensando en sus intereses particulares y no en los de los ciudadanos que decían representar, actuaron como notarios silentes y obsecuentes de Juan Manuel Santos, deberán asumir las consecuencias de sus actos. Y si el precio que deben pagar es el de perder sus curules, pues será una bella oportunidad para depurar al Congreso de mercaderes que se venden al mejor postor, traicionando y defraudando a sus electores.
El último regalo a Eduardo Zambrano
El recientemente capturado y confeso criminal Eduardo Zambrano, cercano a la campaña de Juan Manuel Santos y persona que tendió el puente entre éste y la empresa Odebrecht, ha resultado favorecido con multimillonarios contratos durante el gobierno actual.
A pesar de sus antecedentes criminales como estafador bancario en los años 80 del siglo pasado, durante el gobierno de Santos, Zambrano se movió como pez en el agua, ganándose licitaciones y contratos a granel.
El último regalo que le dio el Estado, fue la instalación de un transformador eléctrico en la costa Caribe, proyecto por el que recibió cerca de $24 mil millones de pesos.
El dato curioso es que en dicho negocio, Zambrano tuvo un socio: el polémico empresario antioqueño William Vélez.
Publicado: julio 24 de 2017