Son increíbles las noticias que los colombianos tenemos que afrontar, porque es una realidad cruel y fría. Hoy no sabemos si llorar o reír con la cantidad de noticias insólitas que a diario invaden los medios de comunicación, de nuevo por cuenta del gobierno Santos, pues aunque nos parezca un mal chiste, si, aquí pagan por aplaudir.
El gobierno actual ha malgastado cualquier cantidad de dinero en todo, menos en lo que debería y por más descabellado que parezca, vemos hoy un contrato celebrado por 71´340,000.00 de millones de pesos entre la casa de Nariño y la empresa BRANDMEN S.A.S, en el que establecen, cito textual: el contratista se obliga con la Imprenta Nacional de Colombia a realizar la difusión y amplificación de los diferentes contenidos requeridos por el Ministerio Tic. Así como las iniciativas o proyectos asociados con el ministerio de las tecnologías de la información y las comunicaciones.
Hasta ahí solo parece una «ayudita» extra para difundir sus contenidos, sin embargo ¿es esta la manera correcta de invertir los recursos de dicho ministerio? Acaso ¿no hay en Colombia otra necesidad más allá de conseguir unos cuantos (pocos) likes en redes sociales? ¿Estamos a tal nivel de abastecimiento que podemos dilapidar el dinero de la nación en tweets?
Esto no es más que un «yo pago para que les guste» para simular que una gran parte de la población no sólo apoya, sino que también aprueba y come cuento de todo lo que venga de la casa de Nariño, aún sin saber realmente de que se trata.
El jueves 20 de julio en la instalación del congreso, escuchamos a un presidente que le decía a los colombianos que la economía se encontraba estable, sin embargo hace unos días, ese mismo gobierno dijo tener listos los documentos para objetar el proyecto de ley que reduce los aportes de salud de los pensionados, pues lamentablemente lo tenía que hacer, por la situación económica que atraviesa el país.
¿Pero realmente cuál es la situación que atraviesa el país? ¿La de poder gastar $2,3 billones en publicidad y eventos? ¿La de poder pagar 71 millones por un trino que alague el atuendo del Presidente? ¿La de poder darle renta básica a las Farc por dos años, dinero para hacer política, dinero para proyectos propios, la de permitir que los guerrilleros coticen con NO menos del 90% de un salario mínimo legal vigente?
Si en este país tenemos algo, no es precisamente una economía estable, este gobierno derrochón gastó irresponsablemente una bonanza petrolera, sin pensar en el mañana. No es un secreto que la industria no está produciendo, en cuanto al comercio, no hay quien consuma con precios tan elevados por cuenta de la inflación y súmele a esto la Reforma Tributaria, el poder adquisitivo está por el suelo.
El jueves vimos ante las cámaras a un mandatario que encarecidamente le pedía al país alejarse de la polarización y eliminar los discursos de odio. Pues si de algo el presidente Santos no puede hablar es de polarización, pues fue él quien sometió a los colombianos a un plebiscito que luego no respetaría y tampoco reconocería la decisión del pueblo. Y sobre los discursos de odio, solo con echar un vistazo a las redes sociales y a los que parecen trinos pagos por el Nobel de paz, vemos que son solo una propaganda dañina y me atrevería a decir amenazante contra el senador Álvaro Uribe Vélez su honra y su dignidad.
No sé qué es más vergonzoso, que su discurso se desplome como el efecto dominó o que piense que afuera donde se vive la Colombia real haya gente que aún le cree. En cifras, papeles y estadísticas de su gobierno, Colombia al parecer lo aguanta todo. En la vida real, en las calles, Colombia necesita retomar el rumbo.
Publicado: julio 29 de 2017