Tenemos una constitución para ángeles en un país donde hay muchos diablitos de distintos colores y que planean distintas estrategias.
¿Dónde se ha visto un proceso de paz con total impunidad? En Colombia, con el M-19. Pero no había una cosa y había algo más.
Primero, no se había creado la Corte Penal Internacional, fruto del Estatuto de Roma. Colombia adhirió a ese tratado que es supraconstitucional y por eso no puede haber impunidad total, así la reparación sea ínfima ante los crímenes cometidos por las Farc y el Eln y…
Y segundo, el M-19 no estaba inmerso en todas las etapas del criminal negocio de la droga. Aunque no podemos olvidar su alianza con los narcotraficantes, autodenominados “extraditables” y dirigidos por Pablo Escobar.
Dicha alianza tuvo como objetivo quemar los expedientes contra ellos que iban a ser debatidos por la Corte Suprema de Justicia. Lo que se convirtió en el holocausto del Palacio de Justicia entre el seis y siete de noviembre de 1985. Y casi que en la toma del poder. Era presidente Belisario Betancur.
Pero hubo la cuestionada séptima papeleta, autorizada por el presidente César Gaviria y, cuando menos pensamos estábamos montados en una Asamblea Nacional Constituyente con un delegado del M-19 en la mesa directiva. De esta asamblea nació la Carta Magna de 1991, con sus cosas buenas y cosas malas.
De lo peor: tantas instancias judiciales que han hecho que se produzcan continuos choques de trenes. Y que han hecho que la Corte Constitucional, (nueva), legisle de todos los temas, aun de aquellos de los que no tiene idea.
Otro error, mirando en perspectiva, creo yo, es la Fiscalía. Que no funciona como en Estados Unidos. Es que una cosa es Dinamarca y otra, Cundinamarca.
En resumen, tenemos una constitución, larguísima, que invadió el campo legal. Una constitución para ángeles en un país donde hay muchos diablitos de distintos colores y que planean distintas estrategias. ¿Diablitos que se miran en el espejo de la Carta de 1991? Creo que sí.
Lo que no había era tal proliferación de cultivos de coca y otros alucinógenos. Tampoco había tantos laboratorios ni tantos campesinos involucrados. Ya Colombia volvió a ser el mayor productor de hoja de coca y de cocaína del mundo, que sale por el Caribe, el Pacífico y por Venezuela y quizá otros países vecinos. Un ejemplo: Tumaco produce más coca que Bolivia.
Más grave aún es que esto crea unas mafias que también cometen otros crímenes como la trata de blancas, la pedofilia, el secuestro extorsivo o Decreto 002 de las Farc, según me amenazó alias Simón Trinidad en El Caguán.
Todos queremos la paz. Pero no una paz mezclada con la cadena del narcotráfico y sus crímenes asociados.
Y en esto tiene que haber un trabajo de Colombia y de la comunidad internacional. Porque hay quienes producen droga porque, aquí en Colombia y en otras latitudes hay quienes las consumen.
¿Quién liderará la estrategia mundial contra las drogas? Y, ¿quién en Colombia dirá no más droga y conexos? Quienes trafican y las autoridades tienen la palabra.
Publicado: julio 17 de 2017