Alicia Arango: Colombianos de primera y colombianos de segunda

Alicia Arango: Colombianos de primera y colombianos de segunda

El atentado en el Centro Comercial Andino, ha dejado en los colombianos un sabor amargo. La forma y el lugar donde fue realizado demuestra la capacidad de barbarie que se puede tener, cuando en la vida el caos y la maldad son lo que llevan en la consciencia las personas que son capaces de poner una bomba y que se muera el que le toque, sin distingos de ningún tipo.

En medio de la discusión de todos estos días, se han generado muchas hipótesis al respecto. Que fue la Francesa que vino a trabajar en una ONG a Colombia. Comentaban, además de un reciente viaje de ella a Cuba. Otra opinión dice, que fueron las Farc, para demostrar, que siguen vivas sus milicias urbanas a pesar del Acuerdo de Paz. Decían lo mismo del Eln, que eran sus milicias urbanas demostrando su fuerza y capacidad de hacer daño, para así obligar al gobierno Santos a repetir la historia de la negociación de paz. En todo caso, desde que se produjo este atentado todos los días hay un informe de la investigación.

La Fiscalía y la Policía en trabajo conjunto dicen que hace un tiempo vienen siguiendo a un grupo de personas que ha formado un nuevo grupo terrorista, el MRP, responsable de los últimos atentados en Bogotá. Incluso la Fiscalía había ordenado la captura de uno de ellos en el momento que tenía una bomba en las manos, lista para explotar. Un juez a quien le tocó ese caso, decidió dos veces dejarlo en libertad porque no había sido capturado en flagrancia. ¡De no creer! Hoy, ya van diez detenidos por este atentado. Afirman que este es un grupo terrorista sin ideología, que solo pretende formar caos. Prometen, en todo caso, una investigación exhaustiva para dar con los responsables y judicializarlos.

La verdad es que dolorosamente, solo cuentan las bombas de las ciudades. Olvidan todos los actos terroristas que siguen ocurriendo en nuestras zonas apartadas y lejanas. No es sino ver lo que sucede en las zonas rurales de Arauca, Guaviare, Meta, Casanare, Note de Santander, Santander, hasta en Antioquia. En fin, en una gran parte de la geografía colombiana. Hay carros bomba, incendian buses y camiones que transportan leche, con mucha frecuencia, retenes en las vías, extorsión, asesinatos, secuestros. ¡Peor no puede ser!

Esos actos, no los miran ni los periodistas. Si llegan a registrar el caso, este aparece en el cajón del olvido. Es algo increíble. Como la mayoría son policías o soldados, a quien le importa. Esto es de la mayor gravedad, la indiferencia con que miran estos atentados. Mientras en Colombia no haya verdadero rechazo a eventos de este tipo, seguirán sucediendo. A los terroristas de todas partes del mundo, les gusta mostrar su poder con explosiones, con bombas. De eso no hay duda.

¿Porqué estos actos no generan el mismo rechazo que el del Andino? ¿Por qué sí existe una investigación, el culpable puede ser el soldado o policía? ¿Por qué las madres, esposas e hijos de víctimas, en estas zonas es como si no existieran? ¿Por qué duele más un muerto de la ciudad que uno del campo? ¿Por qué nuestros humildes soldados y policías están tan desprovistos de atención y protección de sus instituciones en estos lugares? ¿Por qué las investigaciones exhaustivas en estos casos no llegan a nada?

Quiero dejar esta reflexión para que los colombianos despertemos y nos demos cuenta que el terrorismo sigue existiendo en el país. En las zonas apartadas y rurales con la misma frecuencia de hace años.

En esas zonas la paz, no llegó y parece que la autoridad tampoco. Los que si llegaron, fueron los ya «pacíficos» hombres de las Farc, sus zonas veredales y sus disidencias. Cuando llegan es para cuidar a las Farc, a nadie más. ¿Proteger a las Farc de sus propias disidencias? ¿Puede ser eso posible? Pues sí. Sucede, día a día, desafortunadamente.

¿Por qué en Colombia, existen muertos y víctimas de primera y muertos de segunda? ¿Por qué existen asesinos y victimarios de primera y de segunda?  Como eso es así, quiere decir entonces que en el país hay gente de primera y de segunda, lo cual hace que el país no sea viable jamás.

P.D. Le recuerdo al general y vicepresidente Oscar Naranjo, que el expresidente Álvaro Uribe, nunca lo engañó, nunca lo traicionó, ni siquiera en momentos difíciles. Usted y yo somos testigos presenciales.

@AliciaArango

Publicado: julio 5 de 2017