Me alegra mucho ver el valiente pueblo de Venezuela, vivir como se han volcado a las calles con un solo propósito: defender la democracia a partir de la propuesta 16J, la cual fue un plebiscito ciudadano para votar si se estaba a favor o en contra del “gobierno” en Venezuela. Mecanismo por el cual se consiguió 7,2 millones de votos en contra del régimen.
Esa manifestación la debería tener mi país, un país donde el choque entre las ramas del poder público han llegado al límite. No es concebible que en un país como Colombia donde la democracia ha permanecido estable, aun con errores, durante 200 años, se pueda sentir permeada por los desajustes de la política nacional actualmente.
Si hubo un 16 J en Venezuela, donde las encuestas de favorabilidad del gobierno, aun siendo muy bajas, son más altas que en Colombia, demuestra que a Colombia le hace falta la revocatoria del mandato presidencial. Y esto no es una exageración ni mucho menos, quizás el único elemento que no apunte a esta campaña sería el tiempo que le queda en el poder al actual gobierno.
No quisiera ser pasional en este debate, por el contrario, quisiera intentar ser racional en esa propuesta, empezando por la economía del país. En primer lugar tiene hoy el nivel de deuda externa aumentando a más del 8% al cierre de 2016, las exportaciones reduciendo por encima del 30%, los cultivos de uso ilícito en un crecimiento que llega 188.000 cultivos en 2017 según entidades internacionales, entre otras, y quisiera ser uno bondadoso con el gobierno y ver el crecimiento del país, pero al revisar las cifras de crecimiento se encuentra que es de 1,1% en el primer trimestre de 2017 según el DANE, cifra que es bajísima, en un país donde los analistas económicos dicen que el promedio debería ser de 3% a 4%.
Por otra parte en el tema de seguridad, me da alegría, lo he manifestado el desarme – no completo – de las Farc, son 7.000 armas que ya no estarán al servicio del crimen, sin embargo el crecimiento de la extorsión preocupa, el aumento de integrantes en las guerrillas tradicionales como el ELN, las disidencias de las Farc y el re aparecimiento del MRL entre otros grupos ilícitos como las Bacrim.
En el tema de educación, salud y el agro, temas que seguramente son los de más preocupación. A departamentos como Antioquia se les ha recortado los recursos para la alimentación escolar (PAE), las EPS más grandes como CAPRECOM y Saludcoop se encuentran en procesos de liquidación por mala administración, producto de la corrupción y las prácticas clientelistas, y finalmente el agro que dada la pelea y la falta de trabajo coordinado entre el gobierno y Fedegan, debido a la oposición de este gremio al acuerdo de paz, provocó la re aparición de la fiebre aftosa, que ha tenido como resultado el cierre de mercados internacionales a nuestros productos.
Como dije al inicio de la columna, tristemente la administración de Colombia hoy no permite hacer un debate equilibrado entre que va bien y que va mal, pues en el sector que se observe el país no va por buen camino. Cuanta falta hace un 16J. Dios y Patria.
Publicado: julio 22 de 2017